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(IU Alh Torre) Al bipartidismo no le ha gustado que el Vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas, tenga planeado viajar al Sáhara en el primer trimestre del año (ya lo anunció en Septiembre y no se armó ningún revuelo) para supervisar los trabajos que la Agencia Andaluza de Cooperación al Desarrollo lleva a cabo en los territorios saharauis que, por lo demás, forma parte del paquete de competencias del departamento del que es Consejero.
Valderas mantiene su compromiso expresado de ir a los campamentos y afirma que se quiere «buscar conflicto donde no lo hay». Efectivamente, no tendría sentido que un responsable del gobierno andaluz no pudiera visitar una realidad a la que se Andalucía le lleva dedicados más de 18 millones de euros en el periodo comprendido entre 2003 y 2014, muestra de los lazos históricos de solidaridad y compromiso de Andalucía con la causa saharaui y su lucha por la independencia.
Que un Vicepresidente de una comunidad autónoma, respaldado por la opinión del pueblo andaluz, le dé voz a los sin voz, ha llevado al PSOE a recurrir a argumentos tan insolidarios como el «interés económico» o tan carentes de rigor como el de la seguridad, intentando vincular el compromiso de Marruecos en materia de cooperación internacional contra el terrorismo con la visita de Diego Valderas. Para muestra un botón, el pasado mes de diciembre el Vicepresidente de Galicia visitó los campamentos saharauis sin que esto supusiera ningún conflicto diplomático.
El compromiso social y de izquierdas de Andalucía tiene un fuerte vínculo con el pueblo saharaui. No en vano, el hashtag #AndaluciaconelSahara inundó ayer las redes hasta convertirse en Trending Topic español, y fueron las denuncias de la complicidad del PSOE y la corrupta monarquía marroquí lo más comentado de la entrevista a Susana Díaz en La Sexta Noche fueron las denuncias de la complicidad del PSOE y la corrupta monarquía marroquí lo más comentado de la entrevista a Susana Díaz en La Sexta Noche. El pueblo andaluz demostró una vez más que no está del lado de los opresores y sí de los oprimidos. Para Izquierda Unida la solidaridad internacional entre los pueblos no es objeto de debate.