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(Prensa Diputación) La muestra contiene 120 tiras en sus paredes haciendo un repaso por los 50 años de vida de este personaje.El apartamento que ha tenido Mafalda durante dos meses en el centro cultural La Térmica cierra hoy sus puertas. Durante los más de dos meses que se ha podido visitar, más de 15.000 personas han acudido la exposición que homenajea a uno de los personajes más icónicos del cómic mundial.
«Estamos muy contentos con el éxito que ha tenido esta muestra y con el hecho de que La Térmica se consolide día tras día como un centro de ocio cultural con contenidos de calidad para los malagueños», ha explicado Juan Jesús Bernal, diputado del área de Cultura de la Diputación de Málaga, entidad responsable del centro.
Esta iniciativa surge de la colaboración entre la institución provincial, el Festival Internacional del Cómic de Angulema (Francia) y la Alianza Francesa, y será la primera de otras que se desarrollarán durante este año con las instituciones del país vecino.
La exposición de Mafalda se inauguró el pasado 11 de diciembre en una nueva sala polivalente (017) y muestra la evolución del personaje del dibujante Quino a través de sus 50 años de vida. «Estas viñetas son un retrato incomparable de la sociedad de hoy, desde el punto de vista de una Mafalda siempre soñadora e idealista», ha explicado Salomón Castiel, director de La Térmica.
La muestra, que reconoce el trabajo de Quino, rinde homenaje a una historieta traducida a más de 20 idiomas y vendida en el mundo entero. El recorrido comienza con una recreación de las distintas estancias de la casa de Mafalda, donde vivía con sus padres, introduciendo al visitante en el universo de la niña. En las paredes se pueden observar un total de 120 facsímiles de historietas producidas por el autor entre 1964 y 1973, contextualizadas en cada uno de los espacios.
En el hall los distintos personajes dan la bienvenida: los padres, Guille, Susanita, Miguelito, Libertad, Manolito y Felipe, desvelando sus rasgos y asperezas. En el salón un globo terráqueo recoge las preguntas que ella formula sobre las injusticias y la guerra, entre otras, donde se desvela el humanismo del personaje. En la cocina, Quino, acostumbrado a la censura, utiliza la sopa como una alegoría que expresa la opresión de una política dictatorial.
En su cuarto, la temática se centra en los medios de comunicación y amigos. Una gran televisión proyecta dibujos animados de Mafalda y un tocadiscos reivindica a los Beatles como presidentes del mundo. La exposición termina con la escuela, una ventana al aprendizaje y la calle, espacio de preguntas e incertidumbres. Asimismo, una vitrina recoge publicaciones originales de Panorama, Siete Días y El Mundo, entre otros.