Fuengirola volverá a vestir de lana y ganchillo del 6 al 14 de abril el mobiliario urbano de la céntrica plaza de la Constitución

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(Prensa Ayto. Fuengirola) La iniciativa cuenta con el beneplácito del Ayuntamiento y está promovida por la escuela finlandesa Sofía Opisto, ubicada en Los Boliches

Los alumnos de dicho centro se encargarán de decorar este espacio público de la ciudad, como es el caso de los bancos o farolas

El año pasado Fuengirola se convirtió en la capital de la lana y el ganchillo, ya que la ciudad se sumó a otras españolas, como Bilbao o Zaragoza, en acoger en sus calles una nueva forma de expresión artística. El movimiento conocido como Urban Knitting desembarcará de nuevo el viernes 6 de abril en la céntrica plaza de la Constitución para decorar con piezas de punto el mobiliario urbano. La iniciativa, que pretende estar expuesta hasta el 14 abril, cuenta con el beneplácito del Ayuntamiento y está promovida por la escuela finlandesa Sofía Opisto. Una vez más, los bancos, las farolas y las esculturas se vestirán durante esos días.

Por este motivo, la concejala responsable del área de Extranjero Residente, Katia Westerdahl, ha dado a conocer hoy en rueda de prensa dicha propuesta que pondrá color a esta zona del municipio. Así ha explicado que serán los alumnos de dicho centro los encargados de decorar este espacio público. Para ello se utilizarán retales elaborados por ellos mismos en el taller de manualidades de la escuela en los que llevan meses trabajando.

El Urban Knitting es un movimiento mundial, totalmente pacífico, que tiene como objetivo reivindicar lo estético y lo femenino a través de la calle. Proviene de la ciudad de Houston (Texas), y desde el año 2005 se ha ido extendiendo por todo el mundo, hasta convertirse en un punto de inspiración para muchos artistas.

La acción tiene la característica de ser sorpresiva, ya que cualquier cosa puede ser tejida: desde el picaporte de una puerta hasta un banco, pasando por una estatua, un árbol o una farola. La tendencia de la recuperación de la técnica de las abuelas, sumada al buen gusto y a la actualidad dan resultado sorprendentes incluso para quienes no sabían que el punto o el ganchillo les podría gustar. Los colores, las formas, los patrones y materiales están cuidados hasta el más mínimo detalle para sorprender y atraer la atención del público.