Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 47 segundos
(Redacción) El pasado jueves 19 de marzo tuvo lugar en el Centro Cultural «Vicente Aleixandre» de Alhaurín de la Torre la presentación del cartel anunciador del Paso que cada año organiza la Asociación «Puente del Rey» con motivo de la Semana Santa.
La obra, una fotografía de Charo Rodríguez, recoge un instante de la procesión del Domingo de Resurrección. Un desfile en el que, desde 2010, han cobrado especial relevancia los personajes bíblicos vivientes de esta entidad cultural, encargada de recuperar las antiguas representaciones de la localidad reproduciendo con fidelidad las caretas y el vestuario utilizados hasta 1930.
Una vez descubierto el cartel por el presidente de Puente del Rey, Francisco Gaspar Jiménez, y por la autora del mismo, José Manuel de Molina Bautista, secretario y anterior presidente de la entidad, presentó a Salvador David Pérez González, profesor de enseñanza secundaria, doctorando en historia y conferenciante de este año, destacando la larga amistad que le une a él.
«La fiesta Barroca, y la Semana Santa lo era, y lo es por antonomasia, no representaba más que un sueño. Una huida de la tediosa y monótona realidad. También del hambre, de la fatalidad y, cómo no, de la muerte» indicó Pérez al comienzo de su intervención, dedicada a los apostolados vivientes e ilustrada, abundantemente, con una presentación digital.
Para el conferenciante, los Pasos representaban entonces una interpretación popular de los evangelios adaptada a la realidad cultural de una sociedad analfabeta en su práctica totalidad. Una «suntuosa máscara» que, como recordó, supo encontrar formas de expresión que perviven en ciudades andaluzas como Granada o Sevilla, donde la Hermandad de Monserrat procesiona las alegorías de la Verónica y la Virtud Teologal de la Fe.
También subrayó los constantes intentos que las autoridades civiles y eclesiásticas desarrollaron tratando de reglamentar una religiosidad popular que, en ocasiones, desbordaba a la oficial. Entre otras normas citó las constituciones sinodales promulgadas en 1672 por el obispo de Málaga fray Alonso de Santo Tomás y la Real Cédula con la que Carlos III decretó, en 1777, la prohibición de las representaciones religiosas en vivo.
La parte final de la charla estuvo dedicada al papel de los apostolados en los Pasos andaluces. Un papel que contó, en el pasado, con ejemplos tan peculiares como el de la desaparecida congregación del Dulce Nombre de Jesús de Vélez-Málaga que realizaba una representación viviente de la Vía Dolorosa similar a la que continúa efectuando, de manera multitudinaria, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Alhaurín el Grande.
Para concluir su intervención el conferenciante nos acercó a los puntos de la geografía andaluza donde los apostolados en vivo cuentan con mayor arraigo, poniendo los ejemplos de las Cofradías de Apóstoles de Alcaudete y Doña Mencía y el de la Corporación Bíblica «Los Apóstoles», una de las más antiguas de la prestigiosa Semana Santa de Puente Genil.
El acto se cerró con la entrega del título de Abanderada de Honor del Paso de la Asociación Puente del Rey por el presidente de esta entidad. Una distinción que este año ha recaído en la concejala y diputada provincial Marina Bravo Casero