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(Esperanza Mena) Si sigo la corriente de las noticias reciente, hoy mi charla tendría que ser sobre Cataluña…¡¡Me niego rotundamente a hablar de los que no quieren ser Españoles!! Así que, voy a hacerlo sobre la luna roja.
Esa maravillosa luna que la otra noche veía desde mi ventana: era tan linda, que no podía apartar mis ojos de ella, y porque además nunca volveré a ver algo tan bonito, pues creo que será difícil que viva otros 25 años, que es lo que tardará en haber otro eclipse de luna.
Por eso cuando la vi, mi corazón de poeta latía con mas fuerza que nunca, y me pareció la luna mas bella que había visto nunca, aunque de niña siempre la admiraba desde la era donde se amontonaban las gavillas de trigo esperando su turno de trilla.
Allí, dormía junto a mi padre en las noches cálidas, y me deleitaba mirando las estrellas de mi cielo extremeño, y sobre todo me encantaba ver esa luna blanca de armiño cubriendo toda la bóveda celeste.
Cuando era una niña, los «viejos» del lugar solían decir que cuando la luna se veía de color rojo, sin lugar a dudas anunciaba malos tiempos o guerras; yo espero que esta última luna roja que he visto nos traiga mucha paz y felicidad, y sobre todo…¡mucho trabajo! y más igualdad social.