Los escolares de la provincia dedican el 91% de su tiempo libre a su círculo social

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(Prensa Diputación) Es el resultado de un estudio sobre relaciones y hábitos saludables realizado en centros educativos.

Los adolescentes de la provincia de Málaga dedican el 91% de su tiempo libre a su círculo social, dejando al margen a la familia. Son datos extraídos del informe sobre ‘Relaciones y hábitos saludables en los adolescentes de los centros educativos de la provincia de Málaga’, que ha presentado el diputado de Cultura y Educación, Víctor González, en una rueda de prensa que ha tenido lugar hoy viernes, 30 de octubre, y que ha contado con la presencia de la delegada de la Fundación Alia2 en Andalucía, Marta González.

El informe, elaborado conjuntamente por la Delegación de Cultura y Educación de la Diputación provincial, la Fundación Alia2, dedicada a la protección de los menores en internet, con la colaboración de ADA, asociación malagueña que trabaja en la prevención de la violencia de género, es el resultado de un estudio realizado en los meses de abril, mayo y junio de este año entre 400 escolares con edades comprendidas entre los 14 y los 18 años de centros educativos de la provincia, concretamente de Marbella, Málaga, Manilva, Antequera, Ronda, Rincón de la Victoria y Vélez Málaga.

El diputado ha explicado que el informe nace de la necesidad de «conocer conductas, hábitos de salud y percepciones de los adolescentes respecto a la etapa en la que viven», con el objetivo de «servir de apoyo para las futuras decisiones y sobre las políticas de educación» del ente supramunicipal.

«En esta generación en la que la adolescencia se inicia tan anticipadamente, ellos (los adolescentes) buscan nuevas experiencias y no cuentan con los adultos», ha explicado Marta González. Así, el informe concluye que los escolares dejan de compartir actividades con su familia y pasan a hacerlo con sus amistades. El 91% de su tiempo libre lo dedican a su círculo social, y la comida es la única actividad que el 70% de ellos comparte con su familia. Sólo el 13% habla a sus familiares acerca de sus problemas al considerar que «no les entienden», afirmación que evidencia el escaso apoyo que perciben por parte de su círculo familiar y el empobrecimiento de la comunicación, de vital importancia a estas edades.

El estudio arroja otros resultados tan relevantes como que el 75% de los escolares percibe actitudes machistas en la adolescencia, especialmente patentes en el deporte y en el control de las relaciones de pareja. «Se está generando una nueva ola de machismo», ha explicado Marta González, «y eso hace que se den muchos casos de violencia de género a través de las redes sociales».

También es significativo el crecimiento del consumo de alcohol entre los adolescentes. Más del 50% de los encuestados asegura haber probado el alcohol, y en menor porcentaje han consumido tabaco y porros. La toma de contacto se inicia a los 14-15 años de edad, y el consumo se dispara a partir de los 16-17, especialmente en el caso del alcohol.

En cuanto a las normas y límites impuestos por la familia, sólo el 35% admite entenderlos, y la mayor parte los cuestiona y se rebela contra ellos, provocando enfados y discusiones en la mayoría de los casos.

El campo de las relaciones de pareja también ha sido objeto de análisis del informe. En las encuestas realizadas, más del 45% de los adolescentes afirma no tener pareja, pero sí relaciones sexuales, frente al 23% que manifiesta mantener relaciones sexuales exclusivamente con su pareja. El 75% de los encuestados utiliza el preservativo como método anticonceptivo, y el 25% afirma utilizar medios anticonceptivos sólo a veces. La edad media de la primera relación sexual, según encuestas llevadas a cabo por el Instituto de la Juventud (Injuve), apenas ha variado en los últimos 10 años, y sigue situándose en torno a los 17 años.

Muy positivos pueden considerarse los datos relativos a sus expectativas y preocupaciones, donde un alto porcentaje se considera satisfecho con su vida, y un 77% manifiesta que continuará ampliando sus estudios tras finalizar la enseñanza obligatoria.

Estos y otros datos permitirán «trabajar en la prevención de conductas de riesgo durante la adolescencia», ha concluido el diputado, y servirán para «elaborar políticas que sean eficaces de cara a preparar a nuestros futuros adultos, que actualmente son nuestros adolescentes».