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(Departamento de Comunicación Colegio El Pinar) Jugadores y técnico del filial del Unicaja acercaron la realidad del baloncesto de elite a los estudiantes del centro en una jornada lúdico didáctica que terminó con un partidillo en el que Morayo Soluade y Marko Grkovic compartieron cancha con los propios docentes
El Clínicas Rincón volvió a reivindicar ayer la magia del baloncesto llevado a los niños en una sesión lúdico didáctica que tuvo como protagonistas a los alumnos del Colegio El Pinar. La cita, que estaba llamada a ser una sesión de promoción del basket entre los escolares, se convirtió en una verdadera fiesta del deporte, que terminó arrastrando a los propios profesores, que no dudaron en echarse un competido partidillo en el que Morayo Soluade y Marko Grkovic, que conformaron sendos equipos, se convirtieron en los pilares de un ‘clinic’ que desató la locura entre los cientos de alumnos congregados en la pista central del colegio.
La sesión deportiva estuvo precedida por una breve charla de los deportistas y del propio técnico del conjunto sobre la importancia del deporte en la conformación de unos hábitos de vida saludables. Fue el inglés el que se decidió a romper el hielo. Morayo explicó que nunca es tarde «para practicar deporte, yo empecé a jugar al baloncesto con 13 años». Eso sí, incidió en la importancia de «estudiar todos los días, porque para jugar al más alto nivel hay que estar complementado y formado también fuera de la pista».
Marko fue más explícito y abordó de lleno los hábitos de nutrición que deben seguir los deportistas de elite: «La alimentación que nos ponen está muy controlada. Comemos mucha carne, mucho pescado y mucha fruta. Pocas veces nos podemos salir de lo que nos tienen preparado, pero es algo que llevamos bien porque sabemos que es bueno para nosotros».
Como anécdota, a Paco Aurioles, también presente en la visita, le preguntaron la diferencia entre el baloncesto chino y el baloncesto español. «Bueno, el baloncesto es universal, siempre es el mismo allá donde vayas, pero sí es verdad que hay reglas algo peculiares. El tema de los americanos es curioso, porque no pueden jugar más de 3 periodos, y contra el equipo del ejército chino también jugamos».
No faltaron las fotografías y autógrafos. Tanto Morayo como Marco y el propio Aurioles cumplieron pacientemente con las demandas de firmas y fotos de todos los alumnos del centro de Alhaurín de la Torre.