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Este acto reunió ayer a antiguos alcaldes y concejales, así como a todos los miembros de la actual corporación municipal.
(Prensa Ayto Coín) El día de los Santos Inocentes es una jornada especial para el ayuntamiento de Coín. Ya desde antes de la guerra civil los concejales del consistorio coineño celebraban las fiestas navideñas tras el pleno de los presupuestos, brindando por el nuevo año. Una tradición que se retomó con la llegada de la democracia y que continúa reuniendo a vecinos y representantes políticos en el salón de plenos del ayuntamiento, dejando de lado las tensiones de las sesiones ordinarias.
Esta tradición tan arraigada ya entre la clase política municipal y los propios vecinos de Coín se ha constituido como una perfecta forma de felicitar el año venidero a todo el pueblo y de acercar a los concejales, tanto a los actuales como a los de corporaciones pasadas, a la ciudadanía.
Una jornada de hermanamiento y armonía que ayuda a despedir el año lejos de las tensiones políticas de las sesiones habituales en el ayuntamiento y a ofrecernos una imagen más cercana de los representantes municipales.
El Pleno de la Rosquilla, en el que no falta este dulce tan típico y una copa de vino dulce o anís, tuvo lugar ayer con una gran afluencia de público. El alcalde, Fernando Fernández, dirigió unas palabras a los asistentes en las que manifestó el compromiso de la corporación de trabajar por un futuro próspero para Coín.