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Hortalizas del Valle del Guadalhorce, muffins 100% veganos de Coín y Aceite de Oliva Virgen Extra de Riogordo, entre las propuestas para una comida pionera en el ámbito educativo malagueño.
(Departamento Comunicación Colegio El Pinar) Hay muchas maneras de acercar la cultura andaluza a las aulas. Los alumnos del colegio El Pinar, uno de los centros malagueños con más volumen de estudiantes internacionales en sus aulas, han tenido este mediodía la oportunidad de celebrar el trigésimo sexto aniversario de la Autonomía con un formato de lo más singular: Un menú malagueño a base de productos procedentes de la Agricultura Ecológica del Valle del Guadalhorce y del sello ‘Sabor a Málaga’. Se trata de una original apuesta con la que el centro ha buscado dar a conocer a las familias y al alumnado de su comunidad académica, de la que forman parte jóvenes de países como Canadá, Sudáfrica, Suecia o Ucrania; la calidad de alimentos de la provincia que cuentan con el certificado del Consejo Andaluz de Agricultura Ecológica (CAAE), así como aceites y postres de la marca dependiente de la Institución Provincial que aglutina a los principales productores de esta tierra.
Hablamos de una iniciativa pionera que ha permitido a los estudiantes aproximarse a la cultura andaluza a través de la tradición culinaria. El comedor escolar se ha convertido así por unas horas en un espacio similar al hogar de cualquier cocina de un pueblo malagueño, aunando tradición y modernidad.
La propuesta de menú ha incluido una ensalada elaborada a partir de ingredientes procedentes de la Sociedad Cooperativa Guadalhorce Ecológico, a la que sucederá una ‘Berza Malagueña de Judías Verdes’, otro clásico de temporada que combina hortalizas del terreno con pollo y cerdo de la zona; para terminar con unos populares ‘bocaditos’ de ‘pringá’. Todos los platos se han cocinado, por supuesto, con aceite de oliva Virgen Extra de la zona de Riogordo, un zumo de oliva perteneciente a una sociedad que también forma parte de la marca Sabor a Málaga. Este aceite ha sido igualmente el protagonista en un desayuno que se sirvió a primera hora de la mañana, junto a un pan tradicional de Campanillas.
En el planteamiento del postre, que es una de las apuestas más delicadas cuando se trabaja con menores, el centro ha tenido muy en cuenta la elección de un producto que, siendo íntegramente malagueño y sin renunciar al sabor, pueda presentarse como una opción equilibrada, saludable y accesible al conjunto de los comensales, entre los que se encuentran algunos alumnos con distintos tipos de intolerancias alimentarias.
Partiendo de esta premisa, el colegio ha ofrecido a sus alumnos los productos de la empresa Muuglu Allergy Free, que con sus muffins y bizcochos veganos han endulzado esta jornada culinaria con sabor malagueño. Ubicada en Coín, Muuglu elabora productos de bollería vegana sin alérgenos de excelente calidad. Se trata de la única empresa de la comarca que goza de la etiqueta V-Label, producto VEGANO, concedido por la Unión Vegetariana Europea. Toda su gama de productos es 100% vegetal y libres de gluten, leche, lactosa, huevo, soja y frutos secos. Entre otros distintivos, la marca cuenta con el sello ‘Producto Excelente’ concedido por la Sociedad Andaluza para el Estudio de Intolerancias Alimentarias –SAEIA-.
MENÚS MULTICULTURALES
La iniciativa Menú Andaluz ‘Sabor a Málaga’ forma parte del proyecto de ‘Menús Temáticos’ del centro; un programa que echó a andar el curso pasado y que se presenta ante los niños y jóvenes de la comunidad educativa como una propuesta de inmersión cultural a través de la gastronomía. Desde octubre de 2015 y dentro de este marco, cada final de mes el equipo de cocina ofrece una propuesta de platos típicos de los países con representación entre el alumnado de la institución académica, así como otros referentes culinarios internacionales. Así, en estos 14 meses se han servido menús franceses, ingleses, alemanes, canadienses, estadounidenses, orientales o mexicanos, entre otros.
La perspectiva gastronómica no deja de ser uno de los pilares centrales de una iniciativa en la que también está implicado el Departamento de Idiomas, cuyos docentes complementan la labor del comedor con tareas y actividades didácticas en las que participan estudiantes de todas las etapas. La idea es convertir ese día lectivo en toda una jornada temática que permita a los alumnos acercarse de una manera amena y diferente a la realidad cotidiana, las costumbres y los modos de vida de los países objeto de estudio.
Dentro de su Plan de Centro, El Pinar concibe el comedor como un espacio didáctico más; un equipamiento entendido como una verdadera extensión del aula y en el que se también se trabajan aspectos de gran interés para el alumnado, especialmente el de las primeras etapas educativas. Se trata de conocimientos y habilidades transversales al currículo puramente académico, pero igualmente esenciales. Temas que tienen que ver con la ‘Educación para la salud’, la convivencia, la higiene, el reciclaje, las normas a la mesa; o la propia ‘Educación multicultural’.
