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(Prensa Diputación Málaga) La primera actuación que se pondrá en marcha es la plantación de un millón de árboles hasta 2020 para actuar sobre unas 2.500 hectáreas con riesgo de erosión muy elevado.
Las acciones contemplarán medidas para repoblación forestal, reducción del consumo de electricidad, mejora de la movilidad y una adecuada gestión del agua y de los residuos.
La Diputación de Málaga ha presentado esta mañana un plan de actuaciones en el que está trabajando y con el que pretende liderar la lucha contra el cambio climático en la provincia. Las principales acciones se dirigirán a la repoblación forestal (la primera medida será la plantación de un millón de árboles), la reducción del consumo de electricidad, la mejora de la movilidad y una adecuada gestión del agua y de los residuos.
El presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo -acompañado de la diputada de Medio Ambiente y Promoción del Territorio, Marina Bravo- ha explicado que «el cambio climático, uno de cuyos efectos serán las sequías más frecuentes y severas, amenaza a sectores tan capitales para nuestra economía, como el turismo o la industria agroalimentaria, que pueden verse seriamente afectados. Por ello, la Diputación quiere liderar en la provincia esta lucha contra el cambio climático».
En este sentido, ha concretado que el plan en el que se está trabajando, y que requiere la implicación de todas las administraciones y la participación activa de la ciudadanía, tendría un coste de unos 100 millones hasta 2020, año que se ha marcado como hito para alcanzar los principales propósitos en las acciones por el clima.
El plan incluirá un conjunto de actuaciones sobre tres pilares básicos: la reducción de las emisiones de CO2 y la lucha contra la erosión; el aumento del uso de energías renovables y la mejora de la eficiencia energética.
En relación al primero de ellos, la lucha contra la erosión y la diminución de CO2, el objetivo general de la UE hasta 2020 es la reducción de un 20% de las emisiones respecto a 1990, y el objetivo que pretende lograrse en la provincia, siguiendo la Estrategia Energética Andaluza, es lograr una bajada del 30%.
Un millón de árboles hasta 2020
Dado que la vegetación es primordial para evitar la erosión y un elemento fundamental en la lucha contra el cambio climático, ya que las plantas son capaces de absorber el dióxido de carbono (el CO2), la primera medida que se contempla es la plantación de un millón de árboles hasta 2020.
Un estudio sobre suelos forestales que no son competencia de la Junta de Andalucía revela que 25.598 hectáreas (un 3,5% de la superficie de la provincia) son zonas de actuación prioritaria, porque en ellas la erosión supera las 50 toneladas por hectárea y año.
«Nos proponemos actuar -ha explicado Bendodo- sobre unas 2.500 hectáreas para restaurar áreas que se han identificado como especialmente degradadas o con riesgo elevado de erosión. Y queremos que sean los ayuntamientos los que nos plateen las zonas prioritarias».
Las labores de repoblación forestal comenzarán en otoño y se realizarán con especies autóctonas del vivero provincial, como pinos, encinas, acebuches o algarrobos, y arbustos como romero, lavanda, lentisco, aulaga, sabina o enebro.
«Con este millón de árboles -ha añadido el presidente de la Diputación- evitaremos la pérdida de unas 125.000 toneladas anuales de suelo, una cantidad de tierra similar a la que transportan 6.250 camiones cada año. Y estos árboles absorberán 85.680 toneladas de CO2 anualmente. Esto equivale a los gases que emiten cinco millones de vehículos en desplazamientos de 100 kilómetros».
Esta actuación de reforestación, que tendrá un coste aproximado de un millón de euros, se une a otras medidas para reducir las emisiones de CO2 como el cambio en el sistema de alumbrado público en municipios menores de 5.000 habitantes y la revisión y actualización de los planes de optimización energética de todos los ayuntamientos de la provincia.
Mejor eficiencia de los recursos
Un segundo gran apartado es el de la eficiencia de los recursos, apostando por las energías renovables. El compromiso de la UE es alcanzar un 20% hasta 2025, y el reto es llegar en la provincia hasta un 25%.
Para ello se plantea un mayor uso de placas solares en las dependencias municipales, así como la implantación del tratamiento terciario en las depuradoras, al igual que mejoras en la movilidad, ayudando a los municipios a la creación de carriles bici.
Así mismo, Elías Bendodo ha indicado que la Senda Litoral, que permitirá recorrer andando o en bici toda la costa malagueña, desde Manilva hasta Nerja, facilitará que muchas personas puedan desplazarse diariamente entre municipios costeros por este sendero en bicicleta.
Gestión del agua
Y el tercer pilar es la eficiencia energética, o lo que es lo mismo, conseguir un ahorro y un consumo más responsable en materia de agua y de residuos. La UE plantea un ahorro del 20% hasta 2020, y el objetivo provincial es alcanzar el 25%.
En materia de agua, la Diputación de Málaga lleva tiempo trabajando en un mejor aprovechamiento y un uso responsable de los recursos hídricos. En este caso, se contempla la realización de un Diagnóstico de las infraestructuras hidráulicas y de los recursos hídricos de cada comarca de la provincia, similar al que ya se ha realizado en la Axarquía.
Además, la puesta en marcha del tratamiento terciario en las depuradoras permitirá aprovechar el agua para riego.
Reciclaje y reutilización de los residuos
Y, en lo que respecta a los residuos, se van a llevar a cabo medidas que eviten el colapso de los vertederos de la provincia. En este caso, la sensibilización de los ciudadanos es primordial, así como la colaboración de las empresas.
El presidente de la Diputación ha comentado que, próximamente, se pondrá en marcha una planta de compostaje en el complejo medioambiental de Valsequillo, una planta para procesar los residuos orgánicos de los 89 municipios que forman parte del Consorcio, produciendo compost, apto para su uso como abono para la agricultura y la jardinería.
Esta planta reducirá notablemente el volumen de residuos que se depositan en el vertedero, y permitirá reutilizar para otros usos más del 50% de los 800.000 kilos de basura orgánica que se generan cada día en los 89 municipios.
En esta misma línea, el reciclaje de envases reduce la emisión de CO2 a la atmósfera y ahorra agua, energía y materias primas. Actualmente, se reciclan en las instalaciones de la Diputación unas 15.000 toneladas al año y se plantea seguir incidiendo en la población para que siga colaborando aún más en la separación de los residuos.