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• Pese a que la Policía Local tenía conocimiento de las irregularidades que se estaban dando en la zona desde enero, Maldonado no hizo nada hasta tres meses después
• El PP llevará a Maldonado a Fiscalía por entender que no fue diligente en esta actuación, en la que el Seprona asegura que se han cometido hasta diez infracciones a leyes medioambientales
(Nota Prensa PP Mijas) Los concejales del Grupo Municipal Popular, Mario Bravo y Carmen Márquez, han denunciado hoy el grave atentado medioambiental que se está produciendo en el paraje de la Finca El Pantanillo, en el diseminado Río Ojén, donde se han producido distintos movimientos de tierra así como la construcción de una falsa casa de aperos y dos grandes balsas sin licencia, han acabado por arrasar algo más de 30 hectáreas de suelo especialmente protegido de esta zona del término municipal de Mijas. Todo ello, con la pasividad y la falta de diligencia de la persona que actualmente ocupa el sillón de la Alcaldía del municipio, Juan Carlos Maldonado.
«En esta zona limítrofe con el término municipal de Ojén estamos teniendo problemas. La parte de Ojén está completamente urbanizada, no así en la parte de Mijas, que es suelo no urbanizable de especial protección. Estamos teniendo problemas con los límites porque da la impresión que los mismos promotores que han construido en Ojén quieren hacer lo mismo con el monte de Mijas. De hecho, hemos podido confirmar que actualmente hay construcciones de Ojén invadiendo el término municipal de Mijas y que se erigieron en la época socialista de Mijas conjuntamente con los dirigentes también socialistas de Ojén», explicó Mario Bravo.
Así, el último movimiento en esta línea se produjo a principios de este mismo año, concretamente, el pasado 21 de enero. Ese día, el cuerpo de inspectores de la Concejalía de Medio Ambiente (entonces dirigida por el PP) detectó y comunicó a la Policía Local (entonces y ahora dirigida por Juan Carlos Maldonado, de Ciudadanos) sospechosos movimientos de tierra así como la eliminación de árboles y vegetación de la zona. Pocos días después, el 25 de enero, el departamento de Disciplina Urbanística (dirigido por Andrés Ruiz, de Ciudadanos) recibió un informe de la Policía Local, precisamente, sobre este caso.
Sin embargo, no fue hasta el 12 de abril –es decir, tres meses después- cuando éste último emitió un decreto instando al promotor a regularizar el almacén de aperos en el plazo de dos meses, a reponer los movimientos de tierra en el plazo de un mes y a pagar sucesivas multas coercitivas del 10% del valor de las obras realizadas. Esta orden se notificó al promotor tres semanas después, el 5 de mayo, pese a que el promotor estaba perfectamente identificado y conocía su domicilio.
«Es decir, que realizan un desmote no autorizado arrasando con árboles de la zona, tanto de Mijas como de Ojén, construye algo que no es lo que declara en la licencia y encima el departamento de Disciplina Urbanística tarda tres meses en tomar una decisión y tarda otras tres semanas más en notificarlo», manifestó Bravo.
Presión vecinal
Paralelamente, un grupo de vecinos naturales del diseminado Río Ojén registraron escritos el los ayuntamientos de Mijas y Ojén así como en la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía denunciando el caso. Ante la pasividad de las tres administraciones, decidieron interponer una denuncia en el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona).
Los agentes de la Benemérita giran visita a la zona y elaboran un informe en el que aseguran que se han infringido hasta diez leyes y normas relacionadas con el medio ambiente por parte del promotor. Los vecinos deciden entonces trasladar el mencionado informe a las tres administraciones, y no es hasta el 12 de abril –como anteriormente señalamos- cuando el Ayuntamiento de Mijas decide actuar.
«Pero las obras siguen porque nadie hace nada por pararlas y el daño que se está haciendo es terrible. Se han talado cientos de árboles y arbustos, entre ellos alcornoques. Aprovechando que tenían permiso para plantar aguacates se realizaron movimientos de tierra y podas de alcornoques no autorizadas. Por si fuera poco, se ha desviado el cauce de un afluente del río Ojén, que está catalogado como una zona de especial protección, para alimentar un pozo ilegal y también se ha invadido el dominio público hidráulico del citado río a lo largo de mil metros», comentó Carmen Márquez.
Además, el promotor ha construido en todo este tiempo dos grandes balsas sin ningún tipo de permiso ni licencia con capacidad para 32 millones de litros. En ellas, como detalla el informe del Seprona, se depositan aguas residuales provenientes de una depuradora de una urbanización cercana del municipio de Ojén.
Por todo ello, «porque entendemos que no se ha actuado con la diligencia, la rapidez y la contundencia que exige un atentado tan grave como este», el PP de Mijas llevará a Juan Carlos Maldonado (C,s) a la Fiscalía de Medio Ambiente por si entendiera que pudiera tener alguna responsabilidad en este asunto.