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Seis años después de la aprobación plenaria de la Innovación del Planeamiento para la construcción de la tecnópolis en una superficie de 378 hectáreas, ahora toca «partir de cero».
(Prensa Ayto Alh Torre) El alcalde de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova, ha lamentado que el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre se haya visto «en la encrucijada de tener que renunciar» a 1.500.000 metros cuadrados del entorno de Zapata más próximo al Aeropuerto de Málaga que estaban incluidos en las 378 hectáreas de superficie de la futura Ciudad Aeroportuaria. Y todo ello, por culpa de el «empecinamiento» de la Junta de Andalucía en mantener «contra viento y marea» el bloqueo a esa pastilla de terreno, que fue declarada inundable hace tres años por la Delegación Territorial de Medio Ambiente, a través de un informe que, pese a sus inconsistencias, ha derivado en la aprobación «unilateral y a hechos consumados» del Plan Hidrológico de Andalucía por parte de su Consejo de Gobierno, lo cual impide la urbanización del sector.
Pese a que este plan ha sido recurrido por los Ayuntamientos de Málaga y Alhaurín de la Torre, la Confederación de Empresarios de Málaga y la Asociación de Empresarios de Polígonos de la capital (APOMA) ante el Tribunal Supremo -dado que también el Consejo de Ministros lo ha validado-, Villanova considera que el margen de maniobra es mínimo, por lo que prefiere pasar página y partir de cero. «Tendremos que volver a la casilla de salida, reformular los planos, convertirlos en suelo no urbanizable protegido por inundabilidad, elevarlo al Pleno y centrarnos en las restantes 228 hectáreas», sin perjuicio de la marcha del recurso judicial, «que podría perpetuarse en el tiempo».
El alcalde, visiblemente molesto, considera que el Gobierno autonómico «no quiere buscar soluciones, estrangula el progreso de la provincia de Málaga y se estrangula a sí misma», por los cuatro grandes perjuicios económicos para la zona: se volatilizan 250 millones de euros de la construcción de esa fase, propicia la depauperación del valor de los terrenos de pequeños propietarios, condena los 2.000 puestos de trabajo que generaría la urbanización de ese entorno y bloquea las inversiones posteriores. El mandatario se indigna sobre todo por la gravedad de las consecuencias: «Parece que la Junta no quiere que Málaga y su Área Metropolitana y litoral prosperen ni que generen empleo, porque en otros puntos de Andalucía no han puesto tantas trabas. Un Aeropuerto con más de 180 conexiones con todo el mundo, 15 millones de pasajeros y más de 150.000 empleos indirectos e inducidos para una industria, la turística, que en solo seis meses ha logrado crecer el 6% en ingresos, como principal motor de Andalucía y España… Y la Junta se niega a darle el ‘OK’ a un proyecto que supondría un impacto económico del 4% en nuestra Comunidad. Confío en que este empecinamiento tenga un coste electoral para el PSOE, que soporta el Gobierno andaluz desde 1982 y sigue siendo la zona con más desempleo de Europa».
No obstante, Villanova asegura que no va a tirar la toalla y que seguirá peleando «donde haga falta para que se recobre el sentido: un solo papelito técnico, de contenido cuestionable y más que dudoso rigor, que la Junta eleva a la categoría de dogma de fe, no puede poner en riesgo el proyecto más ambicioso de empleo y riqueza.