Cristóbal Benítez Leiva homenajeado por su pueblo Alhaurín el Grande

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 28 segundos

reconocimiento cristobal 1

Ver Imágenes Acto

(Redacción) La casa de la cultura de Alhaurín el Grande acogió en la tarde del pasado jueves 10 de noviembre un homenaje a Don Cristóbal Benítez Leiva, organizado por la Asamblea local de Izquierda Unida, La Asociación «Un Sí Por La Vida» y Cáritas Parroquial que rindieron sin duda alguna un reconocimiento a su solidaridad con el pueblo, su ayuda, apoyo, dedicación, colaboración desinteresadamente a diferentes entidades y asociaciones. En definitiva, todo un ejemplo a seguir.

El acto contó con representantes de todos los colectivos locales: asociaciones, partidos políticos, Ayuntamiento, el Centro de Mayores en el que participa activamente, y vecinos en general.

Cristóbal y su esposa María hacen una labor social desinteresada y entregada. En palabras de Antonio Rengel, es generoso, desprendido, servicial, dispuesto, lo que más destaca de él es su humildad, que hace las cosas sin presumir, sólo porque son necesarias para las personas, el buen samaritano del siglo XXI.

 

«Este alhaurino está presente en comidas de navidad, las de verano, en las ferias de Izquierda Unida, siempre con la misma actitud la de apoyar y dar todo lo que tiene: aceite, canastas de esparto, patatas..» afirmaba la presentadora del homenaje: Teresa Sánchez.

Cristóbal pertenece a una generación clave en la historia de nuestro país. Un niño de la guerra, un niño que vivió la tragedia, el hambre, la necesidad. Un joven que junto a su madre y su hermano mayor tuvo que sacar a su familia adelante. Toda esa situación forjó su personalidad.

Nació un 4 de abril de 1935, un año antes de que comenzara la Guerra Civil. El segundo de seis hermanos y hermanas. Su padre va a la guerra como tantos otros padres de familia, con la desgracia de contraer tuberculosis y morir. Junto con su hermano Jesús, el zapatero del Chorro, pasan a ser los hombres de la casa y empiezan a trabajar, para junto a su madre sacar adelante la familia. Son años duros los de la posguerra, trabaja el campo, el esparto, la leña…lo que había y ya en los años 60 comienza a trabajar en la obra. Mucho esfuerzo para sacar adelante también a la que ahora es su familia, María y sus hijas e hijos.

Cuando después de mucho esfuerzo y trabajo le llegó el momento de poder disfrutar de su jubilación y los beneficios de ese tiempo, en lugar de sentarse tranquilamente en los bancos de un parque o en la puerta de una cafetería se volcó en la ayuda a los demás.

Sin duda alguna, un merecido homenaje en vida el que disfrutó Cristóbal en la tarde del jueves en su pueblo, Alhaurín el Grande.