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(Prensa Ayto. Fuengirola)Al estar en la cota más baja, el municipio recibió a través de los cauces existentes todo tipo de restos, en especial cañas
Desde el Ayuntamiento se agradece el gran esfuerzo que realizaron todos los trabajadores para que la ciudad recuperase la normalidad
La alerta roja por lluvias que afectó a gran parte de la provincia de Málaga el pasado cuatro de diciembre también tuvo sus consecuencias en Fuengirola. Y es que a pesar de que en la ciudad no se registraron altas precipitaciones, los arroyos arrastraron muchísimos residuos, hasta tal punto que de las playas se han retirado casi 3.500 toneladas de cañas y restos vegetales, a lo que hay que sumar 1.100 metros cúbicos de todo tipo de residuos, en especial tierra y lodos.
Los concejales de Medio Ambiente, Limpieza e Infraestructuras, María Jesús Pascual, Pedro Vega y José Sánchez, respectivamente, han sido los encargados de realizar un balance de los estragos causados por el fuerte temporal que asoló la provincia. Y es que a pesar de que no se tuvieron que lamentar daños personales, hay que recordar que al estar la ciudad en la cota más baja recibió el agua procedente de municipios situados en zonas más altas a través de los cauces, localidades donde se llegaron a registrar precipitaciones de más de 200 litros por metro cuadrado. Esto provocó la acumulación de residuos en las playas y en los propios cauces, principalmente cañas, en especial en el entorno del arroyo Pajares y río Fuengirola.
«El propio domingo ya se estuvo trabajando de manera intensa para intentar paliar los efectos, unas labores que se incrementaron a lo largo de los días siguientes. En cuanto al área de Limpieza, tanto los trabajadores de la empresa concesionaria (Urbaser) como los municipales actuaron de forma inmediata en los puntos críticos. A todos ellos les felicito por el gran trabajo que realizaron», ha explicado Pedro Vega, destacando que se llegó a recopilar una cantidad de 1.100 metros cúbicos de tierra y lodo, lo que equivale a llenar unos 200 camiones.
El edil quiso también agradecer el trabajo de Bomberos, Policía Local, empleados de Gestagua, vecinos y de otras empresas que ofrecieron su colaboración para que la ciudad recuperase la normalidad lo antes posible, como así fue.
En las playas
La imagen más llamativa del temporal tuvo como escenario principal el litoral. Miles de cañas arrastradas se acumularon en la arena, por lo que fue necesaria una maquinaria especial para que las playas recuperaran su estado habitual. Una labor para la cual se contó también con la ayuda externa, debido al volumen extraordinario de residuos.
«En el litoral hemos recogido todo tipo de residuos, pero en especial cañas, escombros y restos vegetales. Hemos contabilizado un total de 3.441 toneladas, todo ello arrastrado por los cauces llegados desde los municipios que están en cotas más altas. Ha sido un trabajo muy intenso y podemos decir que somos de los primeros municipios en tener todas las playas acondicionadas, aunque aún queda para tenerlas al cien por cien», ha explicado Sánchez, destacando el «buen comportamiento» que tuvieron las infraestructuras del municipio durante el temporal.
Responsabilidad
Por su parte, Pascual quiso resaltar que el principal problema se debió a la cantidad de residuos que llegaron a través de los cauces desde otros municipios. De hecho, informó que los arroyos de Fuengirola estaban limpios, aunque la Junta de Andalucía, que ostenta esas competencias, no ha hecho su labor en lo que esto se refiere y eso provocó la acumulación. Por ello, ha insistido en que la administración competente realice los trabajos de adecuación de cauces para que estos sucesos no vuelvan a ocurrir. «El problema no se generó en Fuengirola, sino que llegó de lo que recibimos de otros municipios. Por tanto, hemos sufrido la falta de mantenimiento», ha detallado la concejala.
En cuanto al parque fluvial, Pascual ha detallado que aún se está trabajando para que recupere su buen aspecto habitual. No obstante, ha insistido en que por sus características, se encuentra en zona inundable y en los días de lluvia fuertes, si el caudal del agua sube, estas instalaciones no se pueden usar. Los equipamientos instalados son elementos que se pueden incluso desmontar para que en el caso de que se considerase la necesidad de retirarlos se pueda hacer sin problemas. De hecho, la parte de arriba es aún más diáfana, para que en el caso de que aumente de forma considerable el caudal esto no encuentre obstáculos y pueda fluir, como ayer ocurrió.
«Tenemos la suerte de contar la mayor parte del año con un buen clima, pero no hay que olvidar que el parque fluvial está en un río como su propio nombre indica y está preparado para las avenidas de agua», ha ultimado Pascual.