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(Pollinica Álora) Como cada último martes de mes, en esta ocasión el 27 de diciembre, nuestra Capilla abre sus puertas durante la celebración de la Eucaristía en el Santuario de Flores. Pero esta vez de manera más especial, ya que celebrábamos la Festividad de San Juan Evangelista que fue colocado sobre una peana en el centro de la Capilla.
Nuestra Hermandad cuenta con esta imagen gracias a la donación de nuestra Hermandad hermana de la Pollinica de Málaga en el año 2011, siendo posteriormente restaurada. Es obra del escultor Pedro Pérez Hidalgo y data del año 1959.
San Juan Evangelista, el más joven de los Apóstoles y a quien se distingue como el «discípulo amado de Jesús», fue quien acogió a la Virgen María en su casa y es patrón de teólogos y escritores.
San Juan fue el elegido para acompañar a Pedro a preparar la última cena, donde reclinó su cabeza sobre el pecho de Jesús. Estuvo al pie de la cruz con la Virgen María, a quien llevó físicamente a su casa como Madre para honrarla, servirla y cuidarla en persona.
Asimismo, cuando llegó la noticia del sepulcro vacío de Jesús, fue San Juan quien corrió junto a San Pedro para constatarlo. Es ahí donde los dos «vieron y creyeron». Más adelante, cuando Jesús se les apareció a orillas del lago de Galilea, Pedro preguntó sobre el futuro de Juan y el Señor contestó: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿qué te importa? Tú, sígueme».
Por esta respuesta se corrió el rumor de que Juan no iba a morir, algo que el mismo Apóstol desmintió al indicar que el Señor nunca dijo: «No morirá». Escribió el Apocalipsis, el Evangelio de San Juan, donde se refiere a sí mismo como «el discípulo a quien Jesús amaba», y tres epístolas.
A diferencia de todos los demás Apóstoles que murieron en el martirio, San Juan partió pacíficamente a la Casa del Padre en Éfeso hacia el año cien de la era cristiana y a los 94 años, según San Epifanio.