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(Europa Press) La alcaldesa del municipio malagueño de Alhaurín el Grande, Antonia Ledesma (Por Alhaurín), ha asegurado que no aspira a que en el sillón de la Alcaldía la «siente un juez», en relación con la posibilidad de que la oposición lleve a los tribunales el no haber podido siquiera votar la moción de censura prevista para este miércoles.
En declaraciones a los periodistas tras finalizar la sesión plenaria extraordinaria, ha asegurado que su aspiración es que los vecinos decidan «libremente» quién quiere que les gobierne «y cuando estos decidan que yo no esté en la Alcaldía, me iré con la cabeza muy alta, las manos muy limpias, con mi conciencia muy tranquila y enormemente orgullosa de haber representado al pueblo de Alhaurín».
Ledesma ha reiterado que la moción de censura, tras informes de la Secretaría Municipal y de un catedrático de la Universidad de Málaga (UMA), «no cumplía con los requisitos para poder tramitarse», de ahí que, cuando se ha llegado a la votación, el concejal de más edad, Francisco Guerrero (Por Alhaurín), haya considerado que no ha lugar a la misma.
Ha aludido Ledesma al informe de la Secretaría Municipal y a otros documentos sobre el voto de calidad del presidente de la Mesa de Edad, quien ha propiciado el desempate, no llegándose a votar la moción de censura y levantando la sesión. «La oposición no está de acuerdo pero es que no está de acuerdo en nada», ha lamentado, y ha trasladado su «enorme decepción por la imagen dada de Alhaurín el Grande a la provincia de Málaga».
También ha criticado que no se haya respetado «en ningún momento» a los compañeros de la Mesa de Edad y a la secretaria del Ayuntamiento, «una persona que ha sido escrupulosa con la información dada a los concejales, a los que ha informado al mismo tiempo y no se merecía el comportamiento y las amenazas que le han hecho».
En este sentido, ha lamentado que se haya «amenazado» a la habilitada nacional «con que se busque un buen abogado». Esto, a juicio de Ledesma, «demuestra que no están a la altura de las circunstancias» y ha apuntado que el equipo de gobierno «sólo aspira a seguir trabajando por Alhaurín».
A su juicio, el pleno de este miércoles debería ser «un ejemplo para darse cuenta de que tenemos que trabajar por nuestros vecinos y por lo que a Alhaurín le interesa; esto que ha pasado no es su preocupación».
«ALGUNOS NO HAN ASUMIDO LA MOCIÓN DE CENSURA DE 2000»
Ledesma ha recalcado que hay que «dejar trabajar» para que cuando lleguen las elecciones municipales en el año 2019 «cada vecino elija libremente quién quiere que le gobierne», incidiendo en que la ciudadanía ya «mostró su voluntad», siendo su formación la más votada entonces, obteniendo diez concejales, ha recordado.
Así, respecto al secretario de Relaciones Institucionales del PSOE andaluz y portavoz socialista en la Diputación, Francisco Conejo, ha reiterado que es él quien está detrás de la moción de censura registrada el pasado 11 de enero y firmada por PSOE, Asalh, IU y la única concejala del PP –suspendida de militancia–.
«Conejo es uno de los que no asumió la moción de censura del año 2000», ha dicho, emplazándole a que «si tanto interés tiene en Alhaurín el Grande, que se presente a las elecciones y los ciudadanos le voten, que no esté siempre en la sombra».
Para Ledesma, el clima de tensión en esta localidad «no se ha dejado de vivir nunca porque hay personas que no han asumido aquella moción ni estos 16 años de progreso». «Nunca ha habido relación», ha apostillado, añadiendo que su equipo de gobierno quiere «mirar al futuro y a las personas».
«Yo me sentaré a hablar con quien sea y con quien haga falta por el progreso de Alhaurín», ha asegurado, aunque también ha dejado claro que no puede olvidar que le llamen «continuamente corrupta». «Nunca he sido corrupta ni lo voy a ser, ni mi equipo de gobierno; ni nunca un equipo de gobierno que ha habido aquí lo ha sido», ha sostenido.
La alcaldesa de Alhaurín el Grande, acompañada por sus nueve compañeros de equipo de gobierno, ha manifestado que los vecinos «están por encima de las rencillas políticas».
Sobre la sesión plenaria y las disputas y abucheos vividos, la regidora ha incidido en que Francisco Guerrero es quien tenía el voto de calidad al ser el de mayor edad, rechazando las tesis de la oposición de que decidiría el edil de más antigüedad de la Mesa de Edad, que en este caso era la socialista Marina Maldonado, concejala desde junio de 2015 frente al propio Guerrero, que entró en la Corporación en febrero de 2016, cuando Juan Martín Serón abandonó la Alcaldía.
«Los casos a los que se refería –Maldonado– son para otro tipo de Mesa de Edad, para una nueva Corporación y no para esto», ha opinado, añadiendo que nada de lo que ha sucedido era «sorpresivo», excepto «la actitud de la oposición».