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Qué hacer cuando no puedes hacer frente a los pagos del inmueble y derivados.
Actualmente, la sociedad lleva un modo de vida muy frenético y activo, en pos de potenciar el consumismo que la caracteriza. Todo ello deriva en una necesidad de flujo constante de dinero que permita hacer frente incluso a los gastos más básicos y necesarios, los cuáles deben de ser abonados mensualmente si se quiere disponer de una vivienda digna y cubrir otras tantas necesidades básicas.
Hacer frente a los gastos de la hipoteca, o reclamarla.
Las personas se cargan, por tanto, de una gran cantidad de trabajo diario para poder enfrentar estos tipos de gastos, entre los cuáles se encuentra por supuesto la hipoteca de la casa, la luz y todas las necesidades pertinentes derivadas de la misma, que suponen a su vez los pagos más costosos que enfrentar mes a mes si se quiere poder tener así al menos un techo sobre el que dormir, y cuatro paredes donde resguardarse.
Dependiendo del tipo de trabajo que tengas, y el salario que lo acompañe, algunas personas podrán permitirse más o menos caprichos, lo que aumentará o disminuirá el nivel de vida de los mismos. Sin embargo, y pese a gestionar a la perfección este tipo de situaciones, hay casos donde el sueldo es totalmente insuficiente como para hacer frente a dichos gastos primarios, y otros en los que inclusive ni siquiera se dispone de un trabajo en sí mismo, por lo que no se obtienen ingresos y por tanto la economía familiar se nos va de las manos, teniendo que pedir algunos préstamos, etc. Para hacerles frente.
Como bien hemos comentado con anterioridad, precisamente uno de los gastos económicos más costosos a los que una personas debe enfrentarse es el pago de la hipoteca tras comprar una vivienda, y por ende es también uno de los más problemáticos. Este gasto suele fraccionarse en varios pagos de larga duración en el tiempo (años) debido a su alto precio, haciendo así los bancos más «accesible» la compra del inmueble. Sin embargo, este factor acaba trayendo una gran problemática a las familias o personas que deciden embarcarse en esta nueva faceta, ya que los trámites, intereses, etc. Impuestos por los bancos suelen ser a menudo excesivos, creando una agonía duradera en el tiempo en forma de deuda. Es por ello que, los que pueden y tienen suerte, tardan muchos años en poder pagar lo que comúnmente llamamos un «agujero económico». Otros, sin embargo, no disponen del capital necesario como para hacer frente a este gran número de cláusulas y pagos, por lo que se ve obligado a endeudarse aún más para seguir haciendo frente a un pago que ahoga económicamente a una gran cantidad de familias de forma mensual, o directamente abandonar la idea de poder hacer frente al mismo, y perder la casa, siendo esta embargada por la entidad bancaria.
Y es que en ningún caso es una buena idea endeudarse más para hacer frente al pago de una deuda anterior.
Por suerte, existe una solución alternativa, y no es otra que reclamar gastos hipoteca. Con esta disyuntiva, una gran cantidad de familias podrá al fin reclamar lo que es suyo, y combatir al fin gastos y cuotas como la parte notarial del proceso que no les corresponde, y que al fin y al cabo acaba sumando capital a la deuda de la hipoteca. Esta práctica, muy recurrente desde su oficialización en 2005, ha ayudado a un gran número de familias, y puede ser también tu caso concreto. Por ello, es altamente aconsejable que pongas el caso en manos de tu abogado personal, y este dictamine cómo podrás reclamar los gastos mensuales de tu hipoteca desde su concesión.