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Cuando algún evento demasiado fuerte o triste te sucede, todo el mundo quiere decirte lo que tienes que hacer o cómo tienes que hacerlo para sentirte mejor, pero solamente tú sabes lo que necesitas.
(Mylene Wolf) Date permiso para sufrir, porque el sufrimiento es necesario para purgar tu alma; date permiso para quedarte en cama, porque tu cuerpo necesita descansar de tanto dolor; date permiso para sacudirte todo lo negativo de tu mente y tu cuerpo, y piensa, siempre piensa que este mal momento pasará y las cosas mejorarán; nunca pierdas la esperanza, porque todo tiempo que está por venir siempre puede ser mejor.
De todas las experiencias positivas o negativas hay que sacar algún aprendizaje; a veces nos toca aprender a entender a las demás personas, ya sea para bien o para mal nuestro, porque nadie es perfecto, ni tú ni nadie; así que procura mantenerte relajado aunque te cueste, porque recuerda que toda emoción fuerte, sobre todo negativa, afecta nuestro cuerpo de muy mala manera, todo el dolor emocional que sentimos se localiza en diferentes lugares de nuestro cuerpo y esto es inevitable, está fuera de nuestro control. Así que toma pastillas para el dolor o relajantes musculares, lo que creas necesario, pero hazlo con tiempo, no esperes a que la intensidad del dolor sea insoportable.
Todos tenemos defectos, pero si los demás no pueden aceptar tus defectos, tú no tienes la obligación de aceptar los suyos, el punto es que tú si tienes la obligación de darte la importancia adecuada, hacer valer tus derechos, exigir respeto y consideración y condenar el abuso; no importa cuánto necesites de los demás, si los demás no te hacen el bien que tú te mereces, entonces, realmente para qué los necesitas? Déjalos ir, si regresan quiere decir que aprendieron la lección y si no vuelven, entonces tú estarás mejor sin ellos.
No permitas que otros te hagan daño (es más fácil decirlo que hacerlo). A veces la fibromialgia nos convierte en víctimas, y lamentablemente aquellas personas que carecen de la empatía necesaria para lidiar con nosotros, muchas veces terminan lastimándonos. Por eso hay que aprender a decir «NO MÁS, YA BASTA» y cortar de alguna forma la relación con estas personas tóxicas que solo traen tristeza a tu vida, independientemente de quien se trate, puede ser un viejo amigo, un pariente cercano, tu cónyuge o una hija o hijo. Hay que salir de esa gente, alejarse de ellos.
Por tu salud mental y física, ponte tú en primer lugar.
Qué esta semana que está por comenzar sea siempre mejor.
Saludos,