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TRABAJO DIGNO PARA UNA SOCIEDAD DECENTE
Desde la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) estamos desarrollando una campaña para concienciar sobre lo que está ocurriendo en torno al mundo del trabajo. El trabajo que se da actualmente en nuestra sociedad es un trabajo indecente porque no permite vivir con dignidad, va diluyendo nuestra humanidad y rompe los lazos sociales que son tan necesarios para construir fraternidad, provocando gran sufrimiento y desorientación.
La forma en que se organiza el trabajo determina la relación entre la persona, la familia y la sociedad dando lugar a una manera de vivir determinada, que puede ser digna, saludable, justa… o todo lo contrario. Por eso, en este asunto… nos jugamos mucho; y es que: «Estamos llamados al trabajo desde nuestra creación… el trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal.» (Papa Francisco)
Pero no estamos hablando de un trabajo cualquiera, no de cualquier forma, ni a cualquier precio. Nuestro proceso de humanización está en juego. Especialmente cuando hablamos de las personas más empobrecidas. Sólo el trabajo realizado en clave de justicia es digno de Dios… y de la Persona. Y para que se den precisamente unas condiciones de justicia, el trabajo debe permitir que la persona, y todas las personas, cubran dignamente sus necesidades. Lo importante del trabajo es el adjetivo «digno».
O construimos una sociedad decente, o no habrá trabajo digno. Hoy en día la sociedad ha sido colonizada por la ley de los mercados, que ha conseguido extender su pensamiento economicista a todas las esferas de la vida. Su lógica de beneficios y costes, aplicada a todas y cada una de las esferas de nuestras vidas, ha provocado una reducción del Ser Humano a su «valor económico».
El trabajo, bajo esta dictadura deshumanizadora, es un modelo laboral basado en la FLEXIBILIDAD y la PRECARIEDAD. Para el capitalismo dominante, todo debe estar al servicio del beneficio, por eso, cuanto más flexible y precario sea el trabajo, mucho mejor. Sin embargo, ¿puede la persona cubrir dignamente sus necesidades en estas condiciones?
En esta lógica economicista, el tiempo del trabajo es más prioritario que el tiempo de vida. Estas condiciones laborales hacen, entre otros males, que el tiempo «disponible» para trabajar vaya colonizando poco a poco todo el tiempo de la persona, lo que en la práctica, hace imposible el respeto a su salud, su vocación, al cultivo de su vida familiar, social, política y espiritual. El arma más potente del sistema económico-social en que vivimos para conseguir esto es su componente cultural. Poco a poco se nos ha ido educando el deseo hacia una quimera que se basa en obtener la felicidad a través del consumo.
Ante esta realidad, la HOAC, desde nuestra experiencia de Jesucristo que es camino de humanización y de realización plena planteamos un modelo distinto de trabajo.
Frente a la precariedad y flexibilidad laboral, luchamos por un trabajo que nos permita cubrir dignamente nuestras necesidades; frente a un trabajo que se adueña de toda nuestra vida, peleamos por un trabajo para la vida de las personas; frente a un modelo de persona «mercancía», apostamos por la persona «comunitaria».
Para compartir y celebrar todo lo expuesto anteriormente, hemos estado realizando distintas reflexiones y actos en toda España, que vamos a culminar, aunque no terminar, a nivel de Andalucía, el próximo 13 de MAYO de 2017, con un acto final de campaña en la ciudad de Málaga, consistente en:
1. Una manifestación, que comenzará a las 11:00 al inicio de C/. Larios y que terminará con un gesto público en la Plaza de la Constitución, para visibilizar como Iglesia, la centralidad que para nosotros tiene el trabajo decente en la vida de las personas y de las familias. A este acto están convocadas personas de 8 diócesis de nuestra Comunidad Autónoma.
2. Posteriormente celebraremos la Eucaristía en la Catedral de Málaga, ya que para nosotros, desde el evangelio, se fundamenta el trabajo digno para una sociedad decente. Somos cristianos/as convencidos y hacemos cristiana esta sensibilidad que tenemos, ya que la fuerza de la Resurrección de Jesús, el obrero de Nazaret, mantiene viva nuestra esperanza por un mundo mejor.
3. Terminaremos la jornada con un encuentro fraterno, con una comida compartida en el colegio «Cardenal Herrera Oria». Queremos que sea un encuentro solidario, festivo y alegre, donde la convivencia sea lo que nos anime a mantenernos juntos en este quehacer comunitario por una sociedad decente.
Convocamos a todas las personas que piensen que es necesario luchar POR UN TRABAJO DIGNO PARA UNA SOCIEDAD DECENTE, a que compartáis esta jornada, o algún momento, con nosotros/as (grupos parroquiales, movimientos y asociaciones, personas con sensibilidad, militantes de partidos políticos, sindicatos, AA.VV., AMPAs, etc.) y al mismo tiempo aprovechamos para pediros vuestra opinión a través de nuestro blog:
http://www.trabajodignosociedadecente.es/
