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Hay quien piensa que un seguro para móviles es algo innecesario. Otros que es imprescindible. ¿Qué tener en cuenta para decidir?
La tecnología nos rodea hoy hasta puntos que hace apenas unos años habríamos considerado inimaginables. Si alguien nos hubiera dicho hace 10 años que estaríamos hablando cara a cara con otra persona situada a miles de kilómetros, que podríamos ver la televisión desde cualquier sitio con un dispositivo de bolsillo o que nuestro banco iría con nosotros y podríamos consultar el saldo o realizar operaciones con solo pulsar un botón, lo habríamos tachado de loco sin pensarlo un momento. Pero todo esto y mucho más no solo es posible, sino que forma parte de nuestra vida cotidiana. Los teléfonos móviles se han convertido en una extensión de nuestro cuerpo. Por eso, cuando nos quedamos sin nuestro smartphone, nos sentimos perdidos. De ahí que se nos ofrezcan a menudo seguros para cubrir imprevistos. ¿Son prácticos estos seguros? Veamos qué ventajas y desventajas tienen.
A favor de contratar un seguro para móvil
Un factor muy útil que nos puede llevar a plantearnos su contratación es que cualquier incidente se cubre. Da igual si se trata de una avería o una caída que rompe el terminal. Pagando un seguro tendremos de nuevo nuestro teléfono en perfectas condiciones, o uno igual en caso de que no sea posible su reparación.
Esto es especialmente recomendable si tenemos un smartphone de última generación, que de por sí habrá costado bastante, y que un problema de este tipo puede hacer que tengamos que rascarnos aún más el bolsillo. El seguro de movil se encarga de arreglarlo sin tener que pagar más por ello.
Aspectos que no son tan positivos
Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todos los seguros cubren por igual, y que dependiendo de qué coberturas contrates, habrá seguros que se limiten a reparar el teléfono en caso de avería o rotura, mientras que el robo o uso indebido del teléfono para hacer llamadas o utilizar los datos suele ir aparte. Y esto significa que la cuota que tengas que pagar será más alta, evidentemente.
En caso de pérdida, ningún seguro lo cubre. Puede que pienses que esto se soluciona poniendo una denuncia y diciendo que te lo han robado, pero esto es un delito de fraude. En caso de que la aseguradora compruebe que se trata de una denuncia falsa, tendrá consecuencias legales. Al final te saldrá más caro que comprar un teléfono nuevo.
Por otro lado, debes saber que hay empresas que aseguran tu móvil, pero cuando quieres hacer uso de las coberturas empiezan a buscar excusas o incluyen cláusulas, la famosa «letra pequeña», que les exime de según qué casos. Es decir, que te cobran por un seguro que al final no te cubre nada o casi nada.
¿Qué hacer entonces?
Es posible que en principio te parezca que un seguro es poco útil y que prefieres ahorrarte el dinero que cuesta. Aunque si has comprado un teléfono muy caro, te han robado alguna vez uno o se te ha roto justo cuando cumplió la garantía, no te parezca tan descabellada la idea de contratarlo. ¿Qué hacer?
Lo primero que tienes que mirar es cuánto te va a costar el seguro. No es lo mismo pagar 50 euros al año por tener tranquilidad que pagar lo mismo que un teléfono nuevo.
También es importante que sepas qué coberturas y condiciones tiene este. Algunos de ellos tienen una franquicia y los arreglos que no superen esa cantidad tendrás que pagarlos tú, mientras que otros solo cubren determinadas contingencias, como hemos mencionado antes.
Por último, el valor de tu teléfono será determinante. Si tienes un móvil de gama baja o es un modelo antiguo, puede que no interese tener un seguro. Si es un teléfono nuevo y muy costoso, la cosa cambia. En términos generales, es mucho mejor estar cubiertos y tener bien asegurado nuestro teléfono, sobre todo si se trata asegurar un smartphone de última generación, situación en la cual el contratar un seguro de este tipo debería ser casi una obligación para el usuario.