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Las corredurías de seguros ofrecen toda una gama de seguro y con total asesoramiento.
Los seguros son uno de los productos más complicados a los que tenemos que hacer frente en algún momento de nuestra vida. Bien tengas un coche, una casa o quieras un seguro ante la posibilidad de quedarte sin trabajo, los seguros ofrecen una enorme cantidad de coberturas que muchas veces desconocemos.
Si bien es cierto que existen seguros completamente obligatorios, como son los de circulación o los que tienen que contratar algunos profesionales (como odontólogos o abogados), lo cierto es que la mayoría de los seguros son opcionales. Que sean opcionales no quiere decir que no debas tener uno contratado ante la previsión de cualquier tipo de problema.
Vamos a ver qué opciones te ofrecen estos seguros «opcionales» y porque no deberías contratarlos de cualquier manera.
Contratar un seguro para nuestra tranquilidad: ¿Qué debemos tener en cuenta?
Nadie piensa en lo que puede pasar cuando compra una casa, alquila un coche o viaja en autobús. La mayoría de los servicios que utilizas, tienen detrás un seguro que ofrece una cobertura en caso de que pase algo. Es evidente que en el día a día todo suele ir bien y sin mayor novedad, pero cuando aparece un imprevisto, lo suyo es tener un seguro que cubra cualquier incidencia de cara a terceros o para ti mismo.
El problema de los seguros es que las coberturas muchas veces no están claras y por tanto un producto atractivo en precio puede ser insuficiente ante cualquier eventualidad. Si has tenido que contratar algún seguro que no sea el de tu automóvil (suelen tener coberturas bastante claras ya que son obligatorios por ley), te habrás dado cuenta de que las pólizas suelen ser extensas y llenas de términos más propios de abogados que de un tomador de seguro.
Lo mejor ante estas situaciones es hablar con una correduría de seguros para que nos asesore ante nuestras necesidades y nos ajuste la cobertura real con lo que necesitamos. Según la correduría de seguros Pont Grup, los datos más importantes a tener en cuenta a la hora de elegir a tu corredor de seguros son los siguientes:
– Acude a un profesional con capacitación: cualquier persona no puede ser corredor de seguros, se requiere una habilitación que deben obtener. Este es un punto lógico dadas las implicaciones que esta actividad tiene y las responsabilidades legales que puede tener un seguro de cara a terceros y a uno mismo.
– Una correduría de seguros ofrece asesoramiento real: si acudes a una oficina concreta de un seguro, el profesional que te atienda te ofrecerá los productos del seguro y no otras opciones. Una correduría de seguros tiene una amplia oferta de seguros y podrá ajustar lo que necesitas a los productos del mercado sin que contrates nada que no necesitas y no dejes de obtener coberturas que sí necesitas.
– Un asesoramiento personalizado: poder llamar por su nombre a la persona que te tiene que ayudar cuando el seguro se hace necesario, es fundamental. Además, dentro de las funciones que tienen los corredores de seguros, está también explicarte con un lenguaje normal qué coberturas tiene tu seguro y cómo podrás beneficiarte de este en caso de sea necesario. Un corredor de seguros se ocupa de cuidar a sus clientes y siempre podrás descolgar el teléfono para realizar la consulta que necesites.
– Coberturas reales para personas normales: Si has analizado la póliza que tienes, podrás ver que muchas veces contienen coberturas que ni sabes que tenías (por ejemplo en los seguros del hogar suele existir una cobertura para contratar servicios legales como los de un abogado) y que si alguien no te ha explicado, difícilmente podrás conocer dado el lenguaje que estos documentos suelen utilizar.
Como ves, estos profesionales ofrecen un asesoramiento difícil de igualar y que tú no puedes sustituir dado el complejo mundo del seguro. No lo dudes y ponte en manos de un profesional ante cualquier duda.
