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• Las redes sociales están inundadas de fotos de distintas zonas donde la falta de control excita a los incívicos y generan estampas de suciedad impropias de un municipio turístico
• Los populares exigen más presencia policial a pie de calle para que vigilen de cerca estas malas prácticas y que se ponga en marcha un sistema de identificación dueños de perros por ADN
(Nota Prensa PP Mijas) Los incívicos y enemigos de las normas mínimas de convivencia campan a sus anchas en Mijas. En cualquier zona del municipio, el denominador común es la suciedad que se acumula en las aceras, zonas de contenedores e incluso zonas naturales, como en las playas o en los arroyos. Los peor es la indiferencia con la que parecen abordar esta problemática los integrantes del gobierno tripartito del municipio, que o no saben o no tienen urgencia por atajar este asunto, que es ya una de las quejas más habituales de los vecinos del municipio.
La desintegración del grupo de policías locales de paisano, que durante el mandato del alcalde Ángel Nozal, vigilaban especialmente estas cuestiones, está siendo, a juicio de los populares, determinante para que los incívicos se relajen y cometan sus fechorías. No en vano, vuelven a verse grafitis, papeleras llenas de bolsas de basura, excrementos caninos a discreción por las aceras y descampados urbanos.
Las redes sociales están inundadas de fotos de los propios vecinos quejándose amargamente de esta situación de dejadez que viven en su día a día por parte de los que gestionan la administración municipal. El clamo es todavía más latente en la calle, donde suele ser el primer tema de conversación de cuantos vecinos se encuentran con un concejal del PP.
Estos también refieren la falta de baldeo como una de las principales razones de descontento con la gestión del actual gobierno tripartito. En algunos puntos del término municipal, los vecinos reconocen que mientras con Nozal se regaban las calles, al menos, cada dos semanas, con el tripartito se baldea, como mucho y con suerte, una vez al mes.
Está claro que el primer culpable es aquel que infringe las normas mínimas de convivencia y deposita sus residuos fuera de un contenedor, deja las heces de su perro en la acera o tira escombros en un arroyo; pero si a la falta de control y vigilancia de estas actitudes se le une una peor organización y dirección de los efectivos de limpieza viaria, el resultado es el que tenemos actualmente: suciedad, mala imagen y descontento general, tanto de los vecinos como de los visitantes que vienen a Mijas a veranear.