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El diseño del arquitecto Salvador Moreno Peralta propone convertirlo en ‘centro de centros’ con zonas de descanso, ajardinamientos, macizos de flores, una pérgola y láminas de agua, estanques y fuentes.
(Prensa Ayto Torremolinos) La plaza Costa del Sol y su zona de influencia desde la avenida Isabel Manoja hasta El Bajondillo (La Nogalera, calle San Miguel, Torre de Pimentel) recibirá una actuación integral y se convertirá en un gran espacio ciudadano, un ‘centro de centros’ que será el emblema de Torremolinos. Así lo propone el proyecto de peatonalización del centro urbano redactado por el arquitecto Salvador Moreno Peralta, que ha presentado hoy públicamente el Ayuntamiento de Torremolinos, actuaciones que supondrán la inversión municipal de 3,8 millones de euros repartidos entre los ejercicios de 2017 a 2019.
El alcalde, José Ortiz, se ha referido ante los representantes de organizaciones de comerciantes, empresariales, vecinales y de los colegios profesionales de arquitectos e ingenieros técnicos de obras públicas y civiles que han asistido a la presentación del proyecto que hoy ha visto la luz, al «reto que asume la ciudad de crear un centro histórico que, más allá de hablar de monumentos, va a hablar de su historia, su vínculo con el agua, sus manantiales y sus molinos».
Emblema para la ciudad
«La plaza Costa del Sol se convierte en un espacio de apropiación ciudadana, un emblema para la ciudad, un centro comercial abierto real que va a propiciar una mayor afluencia de público que permita una paulatina regeneración de la actividad comercial, que contempla el adecentamiento y rehabilitación de las fachadas de edificios de todo el entorno, incluyendo los pasajes que comunican con la plaza de La Nogalera», ha afirmado.
Recibido el proyecto de actuaciones de manos del arquitecto Salvador Moreno Peralta, el proyecto deberá pasar ahora al trámite de licitación pública de urbanización y obras. Según las previsiones, esta actuación urbanística integral sobre la plaza Costa del Sol y calles aledañas daría comienzo en otoño para estar concluida en la primavera de 2018. El conjunto de obras supondrán la inversión de 3,8 millones de euros, coste que ya está contemplado en los p´roximos presupuestos 2017.
Fecha simbólica
La presentación del proyecto se realiza justo el día en que se cumplen dos años del acuerdo de investidura que permitió el acceso del equipo socialista al gobierno municipal, y de José Ortiz a la Alcaldía de Torremolinos. La peatonalización de la plaza Costa del Sol era una de las actuaciones emblemáticas recogidas en su programa de gobierno, además de estar recogido en la mayoría de los programas electorales de los llamados partidos del cambio, siendo una exigencia en el acuerdo alcanzado con Ciudadanos. Ahora va a ver la luz en el ecuador de la legislatura.
«El cierre al tráfico del centro urbano ha sido una medida acertada y ha supuesto un indudable factor de revitalización económica», ha hecho énfasis Ortiz, afirmación que ha sustentado en las más de 100 solicitudes de aperturas comerciales recibidas en la zona y su radio de influencia desde el cierre al tránsito rodado de la plaza.
«La recuperación de este espacio público va a repercutir en la mejora del valor patrimonial del entorno», ha anticipado, señalando la mayor dimensión que va a adquirir este espacio «a partir de su peatonalización en sentido estricto con lo que implica de tratamiento del pavimento, el mobiliario urbano, proponiendo unas formas urbanas que se van traducir en una clara apropiación del peatón y que van permitir inducir cualquier tipo de manifestación creativa, lúdica y recreativa».
Tres zonas de actuación
El proyecto de peatonalización y reforma integral de la plaza Costa del Sol y su entorno abarca una superficie de 8.000 metros cuadrados y comprende todo el área dentro de su confluencia desde la avenida Isabel Manoja hasta calle Hoyos.
En el tramo desde la avenida Isabel Manoja hasta la calle Cauce se propone una actuación para convertirlo en paseo-salón de acceso a la plaza Costa del Sol mediante la regeneración de los pasajes intermedios con un plan integral de embellecimiento, restauración de fachadas y establecimiento de actividades. Setos, alcorques y zonas de estancia flanquearán el paseo central de forma que la visión de comercios y bares y de sus fachados se vea filtrada por una franja verde, con alineación alternativa de palmeras y naranjos. El tránsito hacia la zona central de este paseo prevé la posibilidad de instalar todo tipo de kioscos, mercadillos, ferias, puestos de flores, exposiciones temporales, y también plazuelas intermedias adornadas por elementos escultóricos.
El espacio central, aledaño a la casa María Barrabino, ganará protagonismo como eje central de la plaza Costa del Sol y espacio de acontecimientos y actividades públicas, que quedará libre, sin barreras arquitectónicas ni visuales y sin instalaciones fijas, que alternativamente permitirá el acceso al tráfico rodado de vehículos de los servicios públicos y de emergencias.
Casa María Barrabino
Este edificio, que será recuperado al patrimonio municipal, recuperará su impronta como un brillante testimonio de la arquitectura burguesa del siglo XIX de la provincia mediante su completa resturación arquitectónica y su integración urbanística con el espacio público, abriéndose claramente hacia la plaza mediante la demolición de los comercios que la ocultan hoy, ganando espacios verdes y haciéndose accesible mediante una escalinata que apoyará ese carácter comunal y de teatro abierto que el espacio adquirirá para celebración de eventos.
Para la plaza Costa del Sol, de diseño oblongo, el proyecto contempla un ajardinamiento más ambicioso, formando pequeñas plazoletas con bancos, macizos florarles, estanques, fuentes y láminas de agua que proporcionan un ambiente agradable. La introducción de estos elementos de agua, así como el traslado de la fuente de la plaza Costa del Sol a su primitivo emplazamiento, permitirá devolver a la memoria histórica el fuerte vínculo de Torremolinos con el agua como elemento central del origen y desarrollo urbano de la ciudad.
Gran pérgola central
Toda la huella central de la plaza estará fuertemente marcada por la impronta de una emblemática pérgola o umbráculo cuya modulación se entremezcla con setos, playas y jardines en una especie de composición neoplástica. La pérgola, de 6 metros de altura y carácter escultórico, soportada sobre pilares metálicos de color grisáceo que «sostendrán un arco cóncavo enfrentado a un arco convexo unidos por un emparrillado de listones de pino rojo tratados al autoclave, que generan un bóveda con forma de paraboloide hiperbólico» –define el proyecto técnico-, pretende estimular la máxima ocupación de este espacio para desarrollar gran número de actividades que redunden en la vitalidad del centro (mercadillos, puestos navideños, ferias del libro, gastronómicas, espectáculos públicos, juegos infantiles, entre otros)
Pavimentación armónica
En su conjunto, el proyecto comprende la pavimentación armónica de todo el área objeto de actuación, de forma que pueda ser reconocido como un elemento común e inequívoco de ese ‘nuevo centro urbano’, fundiendo en una misma textura y nivel las calzadas y las antiguas aceras. El pavimento, como corresponde a una zona peatonal será resistente, nivelado, agradable a la pisada y antideslizante, permitiendo la coexistencia del peatón y la bicicleta, y con una especial atención a las personas de edad avanzada, movilidad avanzada y a los invidentes.
Según anticipa el proyecto, el pávimento «será cómodo a la pisada, antideslizante, con franjas longitudinales de granito blanco sin pulir que se alternan con otros de hormigón visto peinado», y sobre el que se habilitarán con zonas de estancia con blancos públicos, plazuelas, parterres, estanques y alcorques decorativos, tanto para setos como para macizos de plantas.
Reinvención de la plaza
La «reinvención de la plaza Costa del Sol» convertirá este espacio en un «verdadero centro comunal, cívico y comercial abierto», ha indicado el alcalde. «La plaza de la Costa del Sol debe poder reinventarse como ese espacio de congregación y referencia ciudadana, toda vez que los elementos que en el Torremolinos mítico de los 60 tenían ese carácter han desaparecido casi en su totalidad. Hoy es una explanada, un vacío despersonalizado que ha de encontrar unas nuevas formas que lo identifiquen como un lugar. Pasar de ser un espacio vacío sin sentido a ser un lugar cargado de significados», ha subrayado.
La iniciativa de sacar a la luz la Casa María Barrabino como el elemento quizá más relevante de la actuación y rehabilitarla para usos colectivos, preferentemente culturales, junto a otros posibles complementarios, convertirá este edificio en el edificio prominente del eje que conforman la calle San Miguel, que conduce hasta El Bajondillo por el sur, la avenida Palma de Mallorca y la calle propia calle María Barrabino como vía de conexión hasta la zona de El Calvario, al norte.
«Haremos de la plaza Costa del Sol el verdadero ‘centro de centros’, el auténtico epicentro de un Torremolinos que reivindica su historia, cuando el intenso y desaforado crecimiento urbano nos podía haber hecho pensar que carecía de ella», ha remachado el alcalde, José Ortíz.