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Con estos métodos se erradica el uso de productos químicos, evitándose así posibles intoxicaciones, tanto de los operarios de zonas verdes como de los propios vecinos, y además es más barato y mucho más respetuoso con el medio ambiente.
(Prensa Ayto Fuengirola) La concejala de Medio Ambiente y Zonas Verdes del Ayuntamiento de Fuengirola, María Jesús Pascual, ha ofrecido esta mañana una rueda de prensa para informar de las actuaciones que se llevan a cabo desde el Ayuntamiento para combatir las plagas que afectan a los árboles de la ciudad, que se centran en tratamientos biológicos sin utilizar ningún tipo de producto químico y respetando el medio ambiente al no alterar los micro-ecosistemas.
Pascual ha comenzado su rueda de prensa destacando la importancia que tienen los árboles, «algo que comparte todo el mundo, pero después olvidamos que los árboles son seres vivos, que tienen sus procesos y su ritmo de vida y a veces incluso son molestos, pero me gustaría recordar a todos lo importantes que son los árboles para la purificación del aire, la retención de partículas contaminantes, la producción de oxígeno… y además, nos dan sombra y frescor en verano».
«Creo que todo el mundo ha podido ver a los operarios de zonas verdes ir por las distintas zonas de Fuengirola depositando en los árboles unas cajitas pequeñas que están llenas de insectos; esto se llama control biológico de plagas, lo que quiere decir que nosotros controlamos las plagas de los árboles sin productos químicos, sólo con productos naturales», ha indicado Pascual, que ha pasado a explicar el proceso requerido para aplicar estos tratamientos, señalando de forma resumida que «los insectos beneficiosos controlan a los insectos de la plaga, es decir, es una lucha biológica de unos insectos contra otros».
Pascual ha explicado dicho proceso con mayor detalle, señalando que «los insectos dañinos de la plaga crean las enfermedades de las hojas o, en el caso de las jacarandas por ejemplo, crean una melaza marrón, una especie de resina, que mancha el suelo y la gente se queja, pero las jacarandas están tratadas y lo que ve la gente ahora en la calle es la caída de la flor, que se produce entre primavera y verano, y al caer la flor lleva unas gotitas muy pequeñas, pero ya no es esa melaza que mancha tanto, porque esa plaga está controlada», ha señalado la edil.
«En cada plaga se utilizan los insectos útiles y diferentes que necesita cada una de las plagas y en cada actuación se sueltan 50.000 insectos, que van en esas cajitas pequeñas que se van instalando en los árboles», ha explicado Pascual, que ha destacado los beneficios de este sistema, señalando que «al no utilizar productos tóxicos, el personal que lo maneja no tiene ningún tipo de riesgo, los vecinos sufren menos molestias y no se exponen a riesgo alguno, además es más barato y respeta el medio ambiente porque no altera los micro-ecosistemas y por otra parte, con este control biológico se impide también el crecimiento desproporcionado de las poblaciones de insectos».
Cabe recordar que Fuengirola cuenta en la actualidad con más de 17.000 árboles distribuidos a lo largo de la ciudad y suma más de 425.000 metros cuadrados de zonas verdes.