Artículo Periodístico 941º: “Sobre el Arte, III”.

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                       0. Al reflexionar sobre el Arte en general y las Artes, reflexiono también directa o indirectamente sobre la concepción estética-artística que he tenido, que tengo, o que he creído defender. Quizás, ya con la edad que voy alcanzando, y con las observaciones-percepciones-concepciones que he ido teniendo a lo largo de lustros, quizás ya sea hora, que vaya recapitulando algunos aspectos y algunas temáticas y algunas concepciones…

                        1. Creo que el gran Arte, ese nunca ha muerto, porque creo que ese gran Arte-arte, sea el género o sea el arte concreto que haya sido, ese ha sido siempre muy escaso durante siglos, tanto en oriente, como en occidente, tanto en un arte concreto, tanto en una tendencia como en otra.

                        Me temo que existen muchos colores, muchas palabras, muchas formas, mucha representación pero poco arte. Sea pintura o teatro o novela o poesía… Incluido lo que yo haya realizado. No menosprecio todo, para yo auparme. Incluso lo propio. Quede claro.

                        Y me temo que entre tantos cientos de miles de autores, millones de obras en todos los artes, géneros, estilos, tendencias, quizás, la aguja de platino se pierda entre millones de agujas de todos los materiales y colores.

                        2. Existe mucha forma y poca esencia. Mucho color y poca espiritualidad-esencialidad-religiosidad-metafísica-contenido-concepto. Mucho arte pero poco metaarte, mucha pintura pero poca metapintura.

                        3. El que se acerca al arte, lo hace con una mirada demasiado superficial, aunque mejor sea eso que nada. El que construye-realiza-hace el arte, sea el arte que sea, el género que sea, la tendencia que sea, lo hace con una mirada demasiado superficial. El que lo gestiona-presenta-vende-muestra-critica-analiza lo hace con una perspectiva-mirada-posición muy superficial. Y al final, si existe un grano de arena de arco iris, que intenta realizar-construir arte, con una mirada más profunda y más interior, aunque por fuera, o por la superficie, parezca lo mismo o casi lo mismo que el resto y que todo. Si hay alguien así, uno en diez mil o uno entre cien mil, sea literatura o sea arte plástico o sea filosofía o sea lo que sea. Posiblemente esa persona y sus obras queden relegadas-olvidadas-hundidas en la mar de millones de producciones culturales, sea hecha por alguna persona del continente que exista.

                        4. Sucede lo mismo entre los cien mil o docenas de miles de artículos periodísticos que hoy se editen en el mundo, en las docenas de miles de periódico. Posiblemente si uno, en el tema equis que sea, abre nuevas perspectivas, posiblemente será olvidado y hundido en la mar-océano del silencio-anonimato, porque después de unos días, ya no existirá, ya dormirá en el vientre de la biblioteca, en el vientre de Internet. Se habrá olvidado y se lo habrá engullido el silencio.

                        5. Superar Chauvet-Altamira-Lascaux, la Capilla Sixtina y el Guernica es difícil.

                        Quizás, la inmensa mayoría de la producción cultural artística plástica, al menos de Occidente, está por debajo de esas obras.

                        Superar en contenido-concepto-idea, y si es posible en forma-estilo-continente.

                        Siempre he pensado que diez o doce o quince libros de artista, de los que he realizado, de tamaño cartulina, más de mil cartulinas, pintadas por los dos lados, serían como una especie de enorme “Capilla Sixtina”, mental, o real si se pusiese juntos…¿Es mucho pensar?

                        6. Uno, tiene la sensación, de con los manifiestos artísticos, planteados y escritos, desde hace lustros, ha abierto un nuevo arte. Y uno tiene la sensación, que el mundo del arte, no ha oído-escuchado que se abría un nuevo mundo cultural-artístico.

                        Uno, tiene la sensación, que “con uno de ellos”, por ejemplo, el de arte total u obra total, es decir, que todo lo producido, Cuadernos o Pensamientos, todos los escritos, todas las pinturas-dibujos-hojas de libros de artista y otros géneros, todas las fotografías, forman y conforman una única obra, una obra total, una obra mental como una especie de catedral mental. Mental, porque no puede estar en ningún lugar físico, real porque está conformada por miles de páginas escritas, miles de dibujos y pinturas y hojas de libros de artista y otros géneros, miles de fotografías, y otros materiales… Todo conformándose como una “gran catedral-palacio-rascacielos-monasterio mental”.

                        Pero el silencio es el eco que dicha “obra” recibe hasta ahora, en casi todos los lugares-sitios-especialistas-público-etc.

                        7. Crear libremente. Al menos toda la libertad dentro de la legalidad vigente, dentro de la moralidad correcta, dentro de la espiritualidad-religiosidad adecuada. Eso es lo que he intentado siempre. Creo haber llevado al arte más allá, véanse los manifiestos artísticos y todas las obras están hechas bajo ellos.

                        Pero el arte o la obra de arte necesita dos firmas, al menos, una la del autor, otra la de los marchantes-coleccionistas-museos-críticos. Si falta alguna de las dos, no existe la obra de arte, o existiendo, la primera firma, acaba destruyéndose. Esta es la realidad del arte plástico, me temo, que en las otras artes, será lo mismo, con algunas variedades, que es más fácil la conservación futura.

                        8. Cambiar códigos estéticos, pero no solo formales, no solo por el cambio, no solo por la notoriedad-fama-ser un gran artista, pasar a la historia, sino para intentar mostrar más profundamente, o aspectos desconocidos de la realidad, entidad del ser y de los entes, tanto desde el interior y exterior. Cambiar códigos para encontrar otros significados y otros significantes, otros contenidos y otros continentes. Para servir a la sociedad y a la humanidad, no para pasar a los libros de historia del Arte, o al menos, esto segundo como último fin.

                        9. Es un mito que no se pierde ninguna gran obra, ningún gran autor, sea del saber o arte que sea, ningún gran artista. Pero de vez en cuando, surge la noticia, que se ha recuperado una obra, tirada en los contenedores, como en estos meses últimos en Madrid, o una fotografía, Maier, cuándo se subastaban sus negativos, a punto de tirarse, no sabemos cuántos se habrán perdido. Bien haría algún historiador del arte, en analizar este punto, y ver cuantas docenas de autores, sus obras estuvieron perdidas, se recuperaron por causalidad. Mendel, en ciencias por ejemplo.

                        10. ¿Un autor, sea del arte que sea, autor plástico que exista-viva en una ciudad pequeña de Europa o de Occidente o del mundo, puede crear-plantear-innovar esencial y formalmente, abrir nuevos mundos al arte, o a algún arte, pero existe hoy, hoy, muchas posibilidades de su trabajo ser olvidado y obviado y perdido, de no perder todo lo que podría haber hecho, de lo hecho ser olvidado, porque al final, si en un pueblo hay cuatro panaderos, y nadie quiere venderte pan, ese sujeto no comerá pan de esos panaderos…?

   Twitter.com/jmmcaminero              © jmm caminero (07 junio-22 septiembre 2017 cr).

Fin artículo 941º: “Sobre el Arte, III”.