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No es una cuestión menor que el cristianismo vaya disminuyendo su presencia en Europa, en la Península Ibérica. Por lo cual, quizás, todos, instituciones públicas y privadas, colectivos e individuos deberían, cada una desde sus puntos de vista, analizar dicha realidad, e intentar buscar causas y soluciones. Porque la disminución del cristianismo tendrá enormes consecuencias, y creo, que en la mayoría de los casos negativas, para individuos, colectivos, entidades sociales de todo tipo, para la sociedad, y para los Estados…
– Uno, puede ser cristiano o no serlo o serlo a medias, pero ese odio e inquina y rencor contra el cristianismo, que se producen en algunos individuos, familias, colectivos, entidades, sociedades y Estados no es racional, ni es moral, ni es prudente. Porque el cristianismo, con los errores que haya cometido, ha sido una fuerza-ideología-movimiento-teoría-práctica del bien y de la bondad, y ha incentivado el bien y la búsqueda de la verdad y de la belleza a y en todos los sentidos…
– A mi corto entender, a mi modesto comprender la realidad, el cristianismo tiene, en la medida de lo posible y sus posibilidades subirse al tren de las artes y del arte. E intentar que sus miembros, instituciones, congregaciones apoyen las manifestaciones estéticas y artísticas, que vayan en consonancia con sus principios. Quizás, por ejemplo, no todo el arte pueda ser litúrgico, pero si puede ser pedagógico, etc.
Tiene en la medida de lo posible volver a recoger el tren del arte y de las artes, música, literatura, arquitectura, poesía, novela, cine, etc.
Porque el arte expresa la sensibilidad y la belleza, y ambas realidades calan muy profundamente en la mente-corazón-cerebro-alma del ser humano. Un arte o artes, que no solo tenga las diversas características de cada arte o género, sino que además, incentive valores e ideas buenas y verdaderas, y en consonancia con el cristianismo.
Los cristianismos, unos más y otros menos, han olvidado-dejado, no han valorado lo suficiente el arte y las artes, como un instrumento más en la difusión del cristianismo. Ciertamente, la arquitectura no lo han hecho, en la música, menos pero tampoco, pero en las artes plásticas, el cine, etc., creo que se ha dejado demasiado.
El cristianismo tiene que tener una presencia, en todas y cada una de las artes, en la literatura de vanguardia también, etc.
– De todas formas, los humanos en general, por nuestra estructura psicobiológica, consciente e inconsciente, como seres de necesidades ilimitadas, como diría Pinillos, con enormes cantidad de pasiones-deseos-pulsiones-libidos, que están dentro de nosotros, intentándose plasmar y materializar de formas racionales, pero también irracionales, es decir, de forma equilibradas y positivas, pero también de maneras no equilibradas, ni armoniosas. Siempre intentando imponer sus leyes, es decir, las pasiones desbocadas intentando exigir sus deseos sin límites.
Además una sociedad que incentiva deseos-pasiones-pulsiones-libidos, más bien sin medida, y una sociedad, que ha creído que la tolerancia, es un summun necesario para existir y vivir la misma humanidad.
Todo se aboca a una situación, por lo cual, es muy difícil, que unos seres humanos, no caigan, no es una pasión racional, comer es necesario y es bueno y es apetecible y es sano, pero comer demasiado o demasiado poco es negativo. Y así en todo. Por lo cual, es muy difícil, que ningún ser humano, no caiga en un error moral grave de dislocación de una o de varias pasiones. Unos seres humanos caeremos en unas, otros seres humanos en otras.
En general, salvando excepciones, el cristianismo exige un mínimo de moralidad racional, para que los seres humanos acepten diríamos el mensaje del mismo cristianismo. O si se quiere indicar de otra manera, “es más posible o apto que una persona con una mínima moralidad natural correcta, o racional filosófica verdadera, le sea más fácil aceptar o acercarse al cristianismo”. Sin negar que han existido a lo largo de los siglos grandes “pecadores que cometían graves errores morales”, que se han convertido al Ser Supremo, de la noche a la mañana, o desde procesos largos de tiempo.
Por lo cual, muchas veces, el cristianismo no es aceptado, porque exige a los seres humanos una conducta, que estos, puede que no quieran seguirla, aplicarla, someterse a ella, porque creen que no les deja libertad, o porque no saben o no quieren seguir unas normas morales, que en casi si todo son naturales, pero quizás elevadas un poco, o sancionadas por un Ser Supremo, que denominamos Dios, o en el caso del cristianismo reveladas o inspiradas en el Nazareno.
– Demasiadas personas se alejan del cristianismo, porque perciben una cosa o realidad negativa o mala, que después habría que examinar, si es tan negativa o lo es menos, o tiene mayores o menores explicaciones, pero se olvidan de las cien buenas o muy buenas.
– Por otro lado, quizás los cristianismos, en cuanto a los laicos, no han desarrollado una ascética y una mística, un desarrollo teórico y práctico, para que cualquier persona que vive en el mundo, que no está consagrada con votos especiales, pueda vivir-existir en el mundo con sus ocupaciones y preocupaciones normales, y al mismo tiempo, pueda alcanzar grados más altos de perfección moral, incluso de alta perfección, ascética y mística.
Hay muchos desarrollos ascéticos y místicos para personas consagradas, religiosas y sacerdotes, con votos. Pero muy pocos libros y tratados y desarrollos para personas casadas, para personas en la multitud de oficios y profesiones que el mundo se exigen, que sean legales y morales. Creo que muchas personas, laicas, mujeres y hombres, aspirarían a grados más altos de perfeccionamiento, de espiritualidad, pero nadie les enseña el camino…
– Para concluir este artículo, toda persona, sea de la ideología o cultura o religión que sea, sea ateo o creyente o agnósico o materialista o hedonista o…, debería acercarse al fenómeno y realidad del Nazareno, porque quizás no haya existido nada semejante y parecido en toda la historia del mundo, ni de la sociedad-cultura-humanidad.
No digo que se tenga que acercar como creyente, si no lo es, o no quiere serlo, pero si al menos, analizar-estudiar-leer-pensar-reflexionar en el Nazareno como un pensador más, un filósofo más, un teórico de la cultura más. Al menos de ese modo, quizás, después, después en días o semanas o meses, acabaría aceptando al Nazareno como algo más que un hombre que existió hace veinte siglos.
No hay nada, ni nadie, bajo mi modesto parecer, que pueda compararse a Jesús de Nazaret, se sea creyente o medio creyente o no creyente. Nadie, nadie ha montado en solo tres años, una revolución cultural-ideológica-filosófica-religiosa-social como la que montó esta persona-personaje, para muchos Persona Dios.
Yo llevo toda la vida, leyendo-estudiando-pensando-escribiendo-pintando, y no he conseguido que ni media página mía, de mis escritos, sea citada en alguna revista cultural, la mencionen o hagan una referencia, ni un dibujo o pintura, oficialmente, esté en una antológica o en una galería de forma oficial, aunque si exista de forma extraoficial.
Y este señor y Señor en tres años ha montado una revolución como jamás nadie ha hecho, porque otros fundadores de religiones e ideologías, estuvieron lustros o décadas… Ni ninguna ideología es tan mesurada y armonizada como ésta, sin entrar en la historia del cristianismo, con sus claridades y luces, que son más, que sus grises… ¡Y lo escribe alguien que es medio creyente, o medio practicante, por tanto, no me las estoy dando de nada…!
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (03 oct.-24 nov. 2017 cr).
Fin Artículo 1.026º: “¿Sobre la presunta crisis del cristianismo, II?”.
