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- El 6 de febrero se conmemora el Día de Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina. Cruz Roja Española trabaja contra esta práctica ancestral en Malí desde el año 2000, uno de los países con mayor índice de prevalencia
(Comunicación Cruz Roja Málaga) Cada año, 3 millones de niñas son sometidas a la mutilación genital femenina (MGF). Y más de 30 millones de niñas podrían ser víctimas potenciales de esta práctica en los próximos 10 años. La ablación de clítoris o MGF, expresión oficial utilizada por la OMS (Organización Mundial de la Salud), consiste en la eliminación de tejido de cualquier parte de los genitales femeninos por razones culturales, religiosas o cualquier otra razón no médica. Refleja una desigualdad entre los sexos muy arraigada, y constituye una forma extrema de discriminación contra mujeres y niñas. La práctica viola sus derechos a la salud, la seguridad y la integridad física, el derecho a no ser sometidas a torturas y tratos crueles o inhumanos y el derecho a la vida en los casos en que acaba produciendo la muerte.
Aunque se concentra principalmente en 29 países de África y de Oriente Medio, la ablación es un problema universal y se practica en países de Asia y América Latina. Además persiste también en las poblaciones emigrantes que viven en Europa Occidental, Norte América, Australia y Nueva Zelanda. Esta práctica ancestral, que han sufrido ya más de 200 millones de mujeres y niñas, tiene graves consecuencias ginecológicas, obstétricas y psicosociales.
El trabajo de Cruz Roja Española
Uno de los países con mayor índice de prevalencia de la escisión es Malí, donde la tasa se sitúa en el 91% de las mujeres de entre 15 y 49 años. En la región maliense en que trabaja Cruz Roja Española, Ségou, la cifra es aún mayor: 92,2%. Desde el año 2000, Cruz Roja Española, en colaboración con la Cruz Roja de Malí y con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), ha desarrollado en varias regiones actividades dirigidas a informar y sensibilizar a nivel comunitario de los riesgos que se generan. Cruz Roja trabaja con líderes comunitarios, personal sociosanitario, profesores y las organizaciones comunitarias de base a través de distintos módulos de formación y de sensibilización en los que las mujeres participan activamente, con independencia de haber sido o no víctimas de la mutilación genital. La intervención actual se lleva a cabo en Ségou y está apoyada por Diputación de Guipúzcoa.