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Bonitas vistas de Málaga, ¿a que sí? Hoy daremos…
UN PASEO POR EL CASTILLO DE GIBRALFARO (Por Juanma López)
Usado como atalaya costera desde la época fenicio-púnica (s.VIII a.C.), el monte Gibralfaro, del árabe Yabal (Monte) y del griego Faruh (Faro), con el paso de los siglos se convirtió en un fortín y con la construcción del castillo en el siglo XIV, en una fortaleza casi inexpugnable para los enemigos de la ciudad de Málaga…
La primera impresión que me llevo al entrar es su estado de conservación, impoluto e intachable. Todo se transforma en mi mente nada más entrar. Respiro paz. Es curioso, respiro paz en un lugar que fue una fortaleza y guarnición militar desde la reconquista de los Reyes Católicos en 1487 y hasta hace poco, relativamente poco: 1925. Pero respiro paz en su interior…
Y todavía queda lo mejor, lo que veré tras subir las escaleras…
Cuando subo y llego a la Torre Mirador, mi mente alcanza el equilibro espiritual, sólo quiero imaginar y tomar todas las fotografías que pueda…
Al pasear por la muralla del castillo descubro por qué Málaga es la bella. Y el mediterráneo siempre de fondo…
Pero aún hay más, he parado a observar la Coracha, el camino amurallado que concluye en las faldas del monte Gibralfaro, donde descansa la Alcazaba, la Alcazaba de Málaga (s.XI). Ahora entiendo la construcción del castillo, desde su altura los antepasados árabes protegían a la Alcazaba, a la ciudadela. Impresionante…
Comienza a llover y me refugio en el interior del castillo, en el patio de armas, muy cerca de la puerta de entrada real al castillo..
Y para despedirme, me dirijo a una garita. Necesito entrar en una, para ver, sentir y saber…
Os recomiendo la visita al castillo de Gibralfaro. En horario de invierno de 9.00h. a 18.00h. (en verano hasta las 20.00h.) y tan sólo 2 euros la entrada.
