El Gobierno concede a Antonio Garrido la Encomienda de la Orden de Alfonso X

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 El PP de Málaga aplaude la concesión de este reconocimiento al político malagueño fallecido, una figura que “llevó la Política a sus niveles más altos de dignidad y de compromiso”

(Nota Prensa PP) El Ministerio de Cultura, Educación y Deporte ha concedido a Antonio Garrido a título póstumo su ingreso en la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, con la categoría de Encomienda. Una distinción que reconoce la labor y la figura del político malagueño fallecido el pasado mes de enero.

La Orden Civil de Alfonso X el Sabio premia a las personas físicas y jurídicas y a las entidades, tanto españolas como extranjeras, que se hayan distinguido por los méritos contraídos en los campos de la educación, la ciencia, la cultura, la docencia y la investigación o que hayan prestado servicios destacados en cualquiera de ellos en España o en el ámbito internacional.

El ministro de Cultura, Educación y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, firma la orden ministerial que publica hoy el Boletín Oficial del Estado y que se aprobó en el Consejo de Ministros del pasado 16 de marzo. Un acuerdo que tiene su origen en las gestiones realizadas desde el Partido Popular de Málaga con el Gobierno para que la figura de Antonio Garrido tuviera un reconocimiento a su trayectoria.

Precisamente, desde el PP malagueño se ha aplaudido hoy la concesión de esta distinción “para un gran político y una gran persona que siempre destacó en su estudio y divulgación de la Cultura, sobre todo la malagueña, y que con gran pasión y entrega llevó la Política a sus niveles más altos de dignidad y de compromiso con la Educación y sus valores”.

Antonio Garrido, fallecido a los 63 años el pasado 15 de enero, era profesor universitario y parlamentario andaluz por el PP de Málaga, función por la que además ejercía de portavoz de Cultura de los populares en el Parlamento de Andalucía. Con una amplia trayectoria política, siempre ligada al mundo de la cultura. Precisamente, fue concejal del ramo en el Ayuntamiento de Málaga desde 1995 y hasta el año 2000, cuando fue nombrado director del Instituto Cervantes en Nueva York. Cuatro años después, en 2004, volvía a la escena política como parlamentario andaluz.

El insigne malagueño, doctor en Filología Hispánica, profesor universitario y autor de numerosos libros, estudios y artículos en medios de comunicación, era además ponente en varias universidades europeas y norteamericanas. Además, también ocupaba el cargo de director gerente de la Fundación María Zambrano de Vélez-Málaga, miembro de la Academia de Bellas Artes de San Telmo e integrante del Patronato de la Fundación Unicaja. Méritos a los que sumaba también su destacada figura como cofrade.

A partir de hoy, además, pasa a formar parte de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio tras la concesión de su ingreso otorgada por el Gobierno de España.