El secuestro de Torrevisión

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(Ana Ortega) Cuando escuchamos hablar de la televisión del régimen o del NODO nuestra mente nos lleva a tiempos lejanos, la que les escribe apenas había nacido. Era la televisión de la dictadura hecho por y para el régimen, por y para la imagen del dictador, Francisco Franco.

Como las comparaciones son odiosas no seré yo quien las haga pero si me voy a permitir contar qué pasa en la televisión alhaurina, esa televisión pública, pagada por todos los alhaurinos hecha por y para el gobierno del PP, por y para la imagen del alcalde Joaquin Villanova.

Una televisión pública que debería de servir para mostrar nuestro pueblo al exterior, para mostrar nuestra cultura, nuestras costumbres y por qué no? Todas las inquietudes diferentes que hay, es usada siempre como propaganda electoral del alcalde y su equipo. No hay más que preguntar al azar a cualquier alhaurino por la televisión pública, y la mayoría te la define como Tele Joaquin, PPvision, y otros nombres que dicen mucho de que es lo que se ve.

Acaba de terminar nuestra Semana Santa y lamentablemente pese a ser la Semana con más afluencia de visitantes, las retransmisiones dejan mucho que desear y no por la calidad de las mismas, créanme tenemos a grandes profesionales en nuestra televisión, sino porque tanto los comentaristas, casi siempre amigos cercanos al PP y las entrevistas van dirigidas, no a ensalzar en este caso la Cofradia en cuestión, sino a ensalzar al alcalde y su equipo. Muy triste.

Que hay fiestas en una barriada o barrio, lo importante no es la asociación de vecinos que la realiza, es que el alcalde va con su séquito a mover la paella y a dar los regalos y hablar a los vecinos de las bondades que va a realizar en la zona. Triste muy triste, que el protagonista de todo lo que se hace en el pueblo sea el alcalde, y no se de la importancia que tiene a los colectivos ya sean deportivos, culturales o sociales.

Y si hablamos de política la cosa ya empeora. Los grupos políticos no tenemos opción a usar la televisión local para informar a los alhaurinos sobre nuestras propuestas o nuestras actividades. El alcalde sólo permite que los grupos de la oposición seamos visibles en los plenos, y a veces creo de verdad que por simples despistes, alguna grabación de alguna rueda de prensa o de algún acto. Esto no debería de ser así, los grupos de la oposición tenemos derecho a informar a los alhaurinos, pero las trabas que nos ponen y el ninguneo al que somos sometidos hace que desistamos simplemente de avisar a la televisión local y que acudamos a otros medios locales. Menos mal que en la era de la tecnología, las redes sociales son cada vez más importantes y los medios digitales, para poder informar y enseñar a los alhaurinos otra visión diferente.

En ninguna televisión pública se pone tiempo límite para cubrir ruedas de prensa, mientras que alhaurin como si de TVE se tratase y no pudiera cubrir tanta demanda, nos exige una petición por escrito 48h antes, y no siempre incluso con esas 48h hemos conseguido la cobertura. Algo inaudito, más propias de otros tiempos y otros países muy criticados por el PP.

Ya el Observatorio Audiovisual Andaluz nos envió un informe, en el cual se nos alertaba de la falta de pluralidad en nuestra televisión pública, donde el alcalde ocupa el 95% de las emisiones y el 5% restante el resto de los grupos. Pero es algo tan evidente, que ni el PP se sorprendió.

En pleno siglo XXI donde la información toma tanto protagonismo y dónde la noticia salta antes en redes sociales que en los medios tradicionales, nuestra televisión pública, la que pagamos todos no es un referente, porque no da noticias, no da libertad a sus profesionales a que la lleven como un medio al servicio de los alhaurinos sino como una cobertura propagandística de todos los pasos que da nuestro alcalde y los suyos. Una pena, pero claro en nuestra mano está cambiar este gobierno que después de más de 20 años le cuesta discernir entre lo partidista y lo institucional, ya que acostumbrado a mandar como si de un cortijo se tratara, tiene secuestrada a la televisión pública sólo para los suyos.