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Hoy se cumplen 25 años desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 3 de mayo como el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Y tras estos 25 años, la libertad de prensa se enfrenta a ataques de toda índole que perjudican a toda la ciudadanía: injerencias y presiones de los poderes políticos y económicos que nos hacen más vulnerables y menos libres, crisis evidente de los medios tradicionales, precarización creciente de la profesión periodística, intrusismo profesional… Ataques que a la postre minan también el crédito de la sociedad en el buen hacer de los compañeros y compañeras que ejercen esta profesión, muy a menudo en condiciones adversas.
Los periodistas y comunicadores audiovisuales vivimos hoy nuestra profesión con miedo: miedo a perder nuestro puesto de trabajo, miedo a contratos basura -que son legión en los medios de comunicación-, miedo a salarios indignos, miedo a presiones dentro y fuera de la empresa que inciden directamente en nuestra labor diaria. La prueba más extrema de este horror sacude cada día a las redacciones, cuando nos llegan noticias de secuestros y asesinatos de compañeros en el ejercicio de su trabajo en países donde informar se convierte incluso en una heroicidad, en muchos casos a cambio de salarios de miseria.
La precarización que nos afecta a todos, porque afecta directamente a la calidad de la información que recibe la ciudadanía. Una sociedad desinformada es, por consecuencia directa, una sociedad menos libre, menos formada, más adoctrinada y menos democrática. Por eso, desde aquí, emplazamos a la sociedad a que se una a nosotros y nosotras en nuestra defensa del Periodismo y la Comunicación Audiovisual, así como en nuestras demandas a favor de condiciones de trabajo dignas y apropiadas para los periodistas, uno de los colectivos más castigados por la crisis económica.
Los periodistas vivimos nuestra profesión con incertidumbre. Pero en Andalucía debemos estar unidos y mirar al futuro con ilusión. Por fin tenemos una ley en la comunidad -la Ley de creación de nuestro Colegio- que reconoce el interés público de nuestra profesión y obliga a las administraciones a preservarlo con todas las garantías. Desde el Colegio de Periodistas de Andalucía instamos a los poderes públicos a que apuesten firmemente por la profesionalización del periodismo, por la contratación de periodistas titulados en las Administraciones, y que se posicionen claramente adhiriéndose al Compromiso Público por el Empleo y la Profesión Periodística.
También tenemos enfrente retos muy interesantes para los que debemos estar preparados:
lLas nuevas tecnologías han llegado para quedarse, y lejos de ser una amenaza para el periodismo, son una oportunidad de oro para la profesión periodística.
Cientos de periodistas valientes han aprovechado esta formidable herramienta como un medio de vida: se han embarcado en proyectos empresariales y autónomos, han creado medios nuevos en las redes con los que han conseguido seguir ejerciendo su vocación de manera digna. Pero no todo lo que hay en Internet es periodismo. Se hace necesario que la ciudadanía comprenda que no es periodista todo el que escribe y publica en las redes sociales; que el periodista debe guiarse y se guía por unos códigos deontológicos y éticos y un método de trabajo que garantiza al público que la información que ofrece es veraz, contrastada, de calidad, como se merece una sociedad democrática como la nuestra. El Colegio de Periodistas, garante de la profesión, ha puesto en marcha el Registro Oficial de Medios Digitales de Andalucía, ROMDA, que pone en valor el periodismo digital, y ofrece a profesionales, ciudadanía, empresas y administraciones una herramienta con la que reconocer medios con criterios periodísticos.
Por último, no queremos dejar de mencionar el tema global que este año ha elegido la UNESCO para conmemorar este Día Mundial de la Libertad de Prensa: “Los frenos y contrapesos del poder: medios de comunicación, justicia y estado de derecho”. Se centrará en la transparencia del proceso político, la independencia y la alfabetización mediática del poder judicial, y la responsabilidad de las instituciones estatales frente a la sociedad. Porque hoy, en 2018, sigue siendo absolutamente necesario recordar que la prensa nació libre, para ser vigilante del poder, evitar sus desmanes y denunciar los abusos procedentes de los poderosos.