Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 22 segundos
La huella de carbono que genera la institución disminuye en 163 toneladas de CO2 entre 2016 y 2017
La compensación de los gases de efecto invernadero se ha incrementado notablemente gracias a las arboladas
(Prensa Diputación) La Diputación de Málaga ha logrado reducir en un año en casi un 7% sus emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el desplazamiento de vehículos del Parque Móvil; por el uso del sistema de climatización y por el consumo de combustibles y de electricidad. De esta manera, la huella de carbono que genera la institución provincial pasó de 2.398,65 toneladas de CO2 equivalente en 2016 a 2.233,23 toneladas de CO2 equivalente en 2017, lo que supone 163,42 toneladas menos.
La diputada de Medio Ambiente y Promoción del Territorio de la Diputación de Málaga, Marina Bravo, ha presentado hoy los resultados del estudio de la huella de carbono que genera la institución provincial junto a Javier Pedraza, director de I+D+i de Green Globe Sostenibilidad y Proyectos Ambientales, empresa que ha realizado el trabajo.
La huella de carbono de una organización es el dato numérico del conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero directas e indirectas provenientes del desarrollo de su actividad. Se mide en toneladas de CO2 equivalentes durante un año aunque hay otros muchos gases que también contribuyen al efecto invernadero.
El análisis se ha llevado a cabo en 15 centros de la Diputación, entre ellos: la sede de la calle Pacífico y la de la plaza de la Marina, La Térmica, el Centro Cultural MVA, La Noria, los centros Virgen de la Esperanza y Guadalmedina, las residencias de mayores de La Vega (Antequera) y San Carlos (Archidona), la Casa Museo Los Colarte (Antequera), la plaza de toros de La Malagueta, los centros de drogodependencia de Carlinda y de Carretera de Cádiz, el Centro de Estudios del Folclore (Benagalbón), el Centro de Igualdad de Género y el Vivero Provincial (Vélez-Málaga).
Resultados de los estudios
En cuanto a los resultados, en 2016, las emisiones directas -producidas por los motores de combustión de vehículos del Parque Móvil de la Diputación; por combustibles fósiles, como gas natural, butano, propano y gasóleo; y por gases fluorados del sistema de climatización- fueron 746,38 toneladas de CO2 equivalente y las emisiones indirectas -producidas por el consumo eléctrico- llegaron a 1.650,27 toneladas.
Por su lado, el año pasado, las emisiones directas se redujeron a 680,74 toneladas y las indirectas bajaron a 1.552,49 toneladas de CO2 equivalente.
Marina Bravo ha explicado que el cálculo de la huella de carbono es un paso más en la ‘Carta verde’ de la Diputación de Málaga para la implementación de buenas prácticas de gestión medioambiental en el funcionamiento diario de la institución. Esta es una de las acciones en su estrategia de lucha contra al cambio climático en la provincia “para cuantificar cuánto contaminamos para que sea más real y, sobre todo, más transparente lo que hacemos”, ha indicado.
Es una iniciativa que, además, forma parte de la estrategia de la Diputación de Málaga en materia de responsabilidad social corporativa (RSC), que incluye un conjunto de 126 acciones centradas en aspectos medioambientales, sociales y relacionados con el buen gobierno.
Bravo ha destacado que se ha producido una reducción en el consumo de electricidad, fruto de la sustitución de las luminarias por LED y de una mayor eficiencia energética, además de que ha habido una bajada importante también en el consumo de gas natural y de combustible. Al tiempo, ha recordado que también se aplican medidas como el uso del papel reciclado, una apuesta por las compras sostenibles y la reducción del consumo de papel con una progresiva implantación de la Administración electrónica.
Medidas compensatorias
Así mismo, la diputada de Medio Ambiente y Promoción del Territorio ha resaltado que la Diputación ha incrementado notablemente en el último año las acciones de compensación de las emisiones de gases a través de las plantaciones participativas y las actuaciones de reforestación.
En este sentido, gracias a las arboladas que se han realizado, la estimación de toneladas de CO2 equivalente que se ha compensado pasó de las 44 toneladas de 2016 a las 749 toneladas de 2017.
Por ello, el año pasado se logró una reducción neta de las emisiones de CO2 de casi un 37% respecto a 2016.