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Hoy, hoy más que nunca, o como siempre, necesitamos una moralidad y ética correcta, o lo más verdadera posible, tanto a nivel teórico, como a nivel moral práctico. Porque si no la tenemos o no la buscamos, cada uno en su ámbito de competencia, de ejercicio de sus derechos y de sus deberes, de sus obligaciones laborales y de todo tipo, puede hacer mucho más daño de lo que piensa, mas mal, tanto por omisión o por comisión, tanto por hacer de más o hacer de menos. Sin caer en los escrúpulos, cada ser humano tiene que intentar buscar cual es la ética correcta, porque todo el mundo tiene una ética y moral, pero no sabemos. Pero sobretodo intentar no caer en errores morales graves.
– Demasiados individuos, todos pertenecemos al grupo mayor o mayoritario en algunos aspectos de la vida y de la existencia, pero después, tenemos o pertenecemos a grupos minoritarios en otros sectores. Por lo general, nos sucede, que al grupo minoritario, en la cuestión a la que pertenecemos, sea un problema de identidad o de vocación o de otro tipo, queremos que la sociedad nos defienda, respete nuestros derechos, nuestra dignidad, nuestra individualidad, nuestra personalidad, nuestra identidad, sea del tipo que sea, y luchamos para ello, luchamos de todos los modos. Pero la mayoría de veces, la experiencia prueba, que en cambio no “respetamos la identidad o la personalidad, o que otros individuos pertenezcan a otros grupos minoritarios”. Clásicamente se indicaba, el que estaba en la calle defendiendo derechos sociales de tal o cual colectivo, después iba a su casa, y se portaba como una especie de tirano familiar, criticaba y se jugaba la vida en la calle, para intentar que el tirano político de turno dejase el poder, y volvía a su casa y se convertía en el tirano familiar. Esto es un ejemplo. Queremos que la sociedad ampare a nuestro nieto que tiene siete dedos en cada mano, que no lo silencien y marginen, pero tú en cambio, llevas toda la vida silenciando y ninguneando y marginando a personas, simplemente por ser más calladas, o porque tienen otras ideas en algunos temas, o por cualquier razón, porque tiene dos narices en vez de una.
– ¿Aceptamos el concepto y la idea de amor desordenado de uno mismo y, o de amor ordenado de uno mismo? ¿De amor o querer desordenado a otra u otras personas, o amor o querer ordenado a otras personas? ¿Y lo mismo con las ideas o con la naturaleza o incluso con el concepto de Ser Supremo…?
Si aceptamos dicho concepto, que no solo es o tiene un nivel jurídico o legal, sino moral o ético, no solo desde la eficiencia de un proceso, diríamos técnico o un saber, sino también a nivel de ordenado o desordenado a nivel cultural, o de conceptos e incluso espiritual-religioso.
– Es triste asistir al espectáculo de la vida, que personas de tal cantidad de años y de edad y de experiencia, unos han caído, unos hemos caído en un error moral grave, y otros en otro diferente. Pero ya está tan arraigado en nosotros, en los individuos, que ya no somos conscientes de ello, creemos que eso forma parte de nuestra personalidad y carácter y de nuestro derecho, y que bien o mal, hemos vivido con él o con ese modo de ser y actuar, y nos ha traído, beneficios y perjuicios. Tal estado hemos llegado, que ya al mal le llamamos bien, al menos en ese tema o cuestión o hábito o aptitud o actitud, y al bien, algunos tipos de bienes, le denominamos mal y males.
El problema es cuándo tantos individuos, quizás no sean psicópatas o sociópatas completos y enteros, con todos los rasgos, sino que son medio psicópatas o sociópatas, o un cuarto de psicópatas o sociópatas.
Aquí esta la cuestión, y eso es lo que cada persona debe examinar y examinarse.
– ¿Hay que plantearse seriamente, estudiando desde equipos multidisciplinares, que por un lado hay que defender la libertad de expresión, pero por otra parte, la sociedad a través de los medios de comunicación, hay que ofrecer una información veraz y moral?
¿O dicho de otro modo hay que plantearse, si determinados contenidos, de tipo moral y ético, que se envían a través de los medios sociales, deben ser limitados, especialmente, para que no afecten negativamente a tramos de la población muy vulnerables, como pueden ser las etapas infantiles y adolescentes…?
¿Hay que enseñar a los seres humanos, lo que es verdad, o más verdad, y lo que es bueno o bondadoso desde la moralidad y la ética, y lo que es menos, porque si no después, los humanos están propensos a caer en más errores morales y éticos, en conductas no correctas y no adecuadas y no convenientes…?
– ¿La cuestión es saber cuales son los errores morales graves, y cómo estos se interrelacionan entre sí, unos errores morales graves ayudan a otros errores morales graves, o dicho de otro modo, si una persona tiene un defecto moral grave, raramente, va solo, sino que éste se incardina con otros errores morales graves?
¿Y lo difícil también es saber, cuales son los hábitos morales positivos buenos y cuales las virtudes positivas y buenas, una por una y cómo éstas se interrelacionan entre sí? ¿Y en un tema concreto o situación concreta o particular, cómo se coordinan las virtudes o hábitos buenos, en la situación particular concreta…?
¿Porque en una situación ética, con dilemas o trilemas, teóricos y prácticos, no solo interviene una virtud positiva y buena moralmente, sino también que ese acto posible a realizar, sea según el saber ortodoxo, además de esa interrelación de ese acto o virtud correcta, con otros actos y virtudes correctas…?
– ¿¡Quizás reflexionemos mucho sobre muchos temas o cuestiones y poco, sobre esos mismos temas desde la óptica de la moralidad o ética correcta, y aún menos desde una religiosidad ética correcta, quizás esto sea el gran defecto occidental actual, o esto sea o será una de las razones de la decadencia de Occidente…!?
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (19 enero-12 julio 2018 cr).
Fin artículo 1.300º: “Cuestiones sobre los errores morales graves, I”.