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El Ayuntamiento de Torremolinos pone en marcha un primer plan estratégico de Servicios Sociales pionero en la provincia de manos de la UMA
El alcalde, José Ortiz, ha presentado junto al concejal del ramo, Pedro Pérez, el documento que bajo nueve ejes marca la hoja de ruta de “las políticas municipales para la protección, integración y lucha contra la desigualdad de los colectivos sociales más desfavorecidos”
El alcalde de Torremolinos, José Ortiz, acompañado por el concejal del ramo, Pedro Pérez, ha presentado hoy el plan estratégico de Acción Social y Servicios Comunitarios del municipio. Un estudio elaborado por la Universidad de Málaga con el que el equipo de Gobierno establece su hoja de ruta para los próximos cuatro años en cuanto a las “políticas municipales de protección, integración y lucha contra la desigualdad de los colectivos sociales más desfavorecidos de Torremolinos”, ha asegurado el primer edil durante la presentación.
De esta manera el Ayuntamiento marca “una política de garantías de bienestar social, de mejoras en la acción social de Torremolinos, de mayor capacidad de respuesta antes las necesidades inmediatas y continuadas de colectivos en riesgo de exclusión social como son la tercera edad, personas dependientes, jóvenes, infancia e inmigrantes, y siempre desde una perspectiva de género, todo ello en aras del interés general de los ciudadanos y ciudadanos”, ha continuado Ortiz.
Con ese objetivo, y con el consenso unánime del pleno municipal que aprobó la iniciativa, se encargó este plan estratégico, pionero en la provincia, de servicios comunitarios y acción social que pretende que “nuestros servicios sociales sean los protagonistas en la construcción de una sociedad solidaria, cohesionada e inclusiva”, ha manifestado Ortiz. La cohesión social ha de ser la seña de identidad de Torremolinos, “superando las condiciones que mantienen las desigualdades sociales, dando un trato igualitario a todas las personas”.
El estudio supone un diagnóstico sobre la eficacia de las actuales políticas públicas de la administración, que arrojan las necesidades reales y que formula las propuestas de mejoras a introducir para contrarrestar las causas desencadenantes de las desigualdades en la localidad. Para su realización se ha elaborado un profundo análisis cualitativo además de 400 encuestas a profesionales y ciudadanos y ciudadanas.
Tras 15 meses de trabajo por parte el equipo de investigación de la UMA, dirigido por el doctor y profesor del Departamento de Teoría e Historia de la Educación y Métodos de Investigación, Eduardo Vila Moreno, el Ayuntamiento de Torremolinos comenzará a implementar de manera inmediata este plan. Un plan que señala la “importancia de la planificación en los servicios sociales públicos y su adaptación a la realidad social, las posibilidades de cambio y el rumbo hacia el que se deben dirigir las políticas municipales”, ha asegurado Vila.
El plan traza la estrategia a seguir en un plazo medio temporal de los próximos 4 años ligada a nueve ejes que diseñan la política de acción social y los objetivos específicos para el “mayor bienestar, calidad de vida de la ciudadanía y avanzar hacia el modelo social al que aspiramos asentado en la prevención, la atención, la promoción y la inclusión social”, ha asegurado por su parte el concejal de Servicios Sociales, Pedro Pérez.
Nueve ejes para la lucha contra la desigualdad
Así el primer eje pone el foco en la planificación, coordinación y organización, donde se plantea la necesidad de potenciar los recursos humanos adscritos al área de Servicios Sociales, desarrollar distintos protocolos de atención e incluso mejorar el equipamiento informático para el tratamiento de datos. Seguidamente recoge la mejora de la protección social y la atención a necesidades sociales, aumentando las prestaciones económicas y de servicios a las personas y familias; estableciendo la educación de calle como ámbito de prevención/intervención dentro del área, desarrollando estrategias de apoyo a personas mayores, y los recursos para la atención a personas sin hogar y transeúntes, además de implementar proyectos de cooperación intergeneracionales.
En el tercer eje se apunta a la mejora de la calidad y la transparencia, a través de la constitución del consejo municipal de servicios sociales; desarrollar una carta de derechos y deberes de la ciudadanía en relación a los servicios sociales; y potenciar la dinámica de trabajos colaborativos y multidisciplinares entre diferentes áreas. Así el cuarto punto proponer aumentar la formación, innovación e investigación, campo en el que se vislumbra la oportunidad de diseñar un plan de formación permanente atendiendo a las necesidades reales de las y los profesionales, e implementar también acciones formativas en diferentes territorios del municipio y colectivos como jóvenes, migrantes, asociaciones de vecinos, etcétera.
Otra de las medidas de este plan propone la mejora del desarrollo socioeconómico con el establecimiento de políticas activas y de formación para el empleo, teniendo en cuenta a personas, colectivos y contextos; generar iniciativas de inclusión laboral tuteladas; y generar conciencia e iniciativa empresarial para la inclusión socio-cultural. En el eje número seis se establece la necesidad de mejorar los canales de comunicación y protocolos internos y externos, incrementando el acceso a la información compartida y reduciendo los tiempos de atención y acción de las personas y profesionales pertinentes, así como la participación social y desarrollo comunitario, a través de campañas de sensibilización sobre colectivos y sobre la labor que realizan los servicios sociales, fomentar el voluntariado y la participación social, poniendo en valor el desarrollo comunitario desde el asociacionismo.
Ya en el número ocho de estos ejes se hace patente la inclusión, la interculturalidad y la cohesión social, a través de la promoción de un servicio de mediación intercultural y poniendo en marcha campañas de concienciación social de lucha contra el racismo y la xenofobia en la ciudadanía. Por último y de manera transversal se aborda la perspectiva de género a través de campañas de formación y sensibilización sobre la parentalidad positiva en la población en riesgo de exclusión, en coordinación con centros educativos y entidades sociales y empresariales; la revisión de la documentación presente y futura en lenguaje no sexista; o involucrar a la población masculina en prácticas domésticas y de cuidados.
