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(Prensa Junta Andalucía) En estos años se ha avanzado mucho en la donación de órganos como un derecho de los ciudadanos al final de la vida, incorporando además la donación de vivo, el trasplante renal cruzado, o la posibilidad de hacer injertos renales con incompatibilidad de grupo sanguíneo
El Hospital Regional Universitario de Málaga ha superado los 3.000 trasplantes renales, una cifra que sitúa a Málaga como la primera provincia andaluza en alcanzar este hito. Desde que en 1979 se llevó a cabo el primero hasta hoy, el centro ha sido líder nacional en al menos dos ocasiones en este tipo de injertos, reduciendo la lista de espera de personas en hemodiálisis cada año mejorando, de este modo, su calidad de vida.
En rueda de prensa, el delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, acompañado de la delegada de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Ana Isabel González, del director gerente del Hospital Regional de Málaga, Emiliano Nuevo, así como del Coordinador del Sector Málaga de Trasplantes, Domingo Daga, la presidenta de Alcer Málaga, Josefa Gómez, y el resto de profesionales que han hecho posible alcanzar esta cifra, ha querido felicitar al centro por la efemérides.
«Es un orgullo que Málaga esté a la cabeza de Andalucía en trasplantes renales, un tipo de intervención muy compleja que es la suma de muchos profesionales de manera directa, e indirecta, así como fruto de la colaboración y la solidaridad ciudadana», ha manifestado Ruiz Espejo, que ha recordado que los trasplantes son la mejor y primera opción terapéutica que se debe ofrecer a pacientes con insuficiencia renal crónica en estadios avanzados de la enfermedad.
Así, ha recordado cómo la cifra se ha multiplicado año a año hasta alcanzar en 2016 los 173 trasplantes, convirtiéndose el Hospital Regional en líder nacional. Dos años antes, en 2014, compartió el primer puesto con el hospital madrileño Doce de Octubre, con 147 trasplantes renales cada uno de ellos.
El coordinador del Sector Málaga de Trasplantes admite que es «un motivo de satisfacción este dato porque supone que más de 3.000 personas viven con la mejor opción de tratamiento de la insuficiencia renal crónica terminal, sin necesidad de diálisis y con una calidad de vida excelente. Todo ello además con una opción, el trasplante, que es muchísimo más eficiente que cualquier otra terapia sustantiva», ha señalado.
La evolución año a año de la actividad trasplantadora en el Hospital Regional de Málaga es significativa. A modo de ejemplo, en 1979, cuando comenzaron a realizarse este tipo de injertos, se hicieron 9. Las cifras fueron incrementándose hasta superar el centenar en 1999, logrando, a fecha de hoy, los 3.200 trasplantes de riñón.
La cifra de trasplantes de órgano de cadáver es de más 3.072, mientras que de vivo se han hecho 154, de los que 17 han sido cruzados. Esta modalidad de trasplante, que se hizo por primera vez en Málaga en 2012, ha permitido intercambiar los órganos de familiares y receptores añadiendo si cabe más complejidad al proceso, otorgando la posibilidad de un trasplante de vivo a familiares y receptores incompatibles entre sí. Dentro del ámbito familiar es habitual la compatibilidad entre donante y receptor, sin embargo, en ocasiones se pueden presentan incompatibilidades –tales como grupo sanguíneo o anticuerpos preformados– que impiden la donación directa. En estos casos, la donación cruzada permite intercambiar los riñones entre dos o más familiares de donantes y receptores, de forma que cada receptor reciba un injerto compatible.
Un año después de este hito, el Hospital Regional Universitario de Málaga participó en un trasplante de riñón con donantes vivos cruzados, en cadena de tres sin donante altruista, en colaboración con los Hospitales Clínic de Barcelona y Bellvitge. Se trató del primer trasplante cruzado en cadena de tres sin donante altruista realizado en España, ya que en los dos casos registrados previos había habido un donante altruista, es decir, un individuo sin relación familiar con los otros donantes y receptores de la cadena.
Además, en 2016, los profesionales volvieron a poner en el mapa al Regional de Málaga con primer trasplante renal de donante vivo con incompatibilidad de grupo sanguíneo (ABOi) realizado en Andalucía. La incompatibilidad de grupo sanguíneo ha sido una contraindicación absoluta hasta fechas recientes debido a que el riñón trasplantado dejaba de funcionar de forma precipitada como consecuencia de un rechazo fulminante, por lo que el receptor debió prepararse para ello: durante casi un mes se sometió a los tratamientos que hicieron posible eliminar de su plasma los anticuerpos naturales – proteínas del tipo isoaglutininas – que provocan el rechazo del trasplante, consiguiendo un trasplante óptimo.
El Hospital Regional de Málaga ha realizado cerca 185 trasplantes de riñón de forma simultánea con implante de páncreas, lo que coloca al centro entre los tres hospitales de España más expertos en trasplante simultáneo de páncreas-riñón. Hace una década que se realizan además trasplantes birrenales, con un total de 26 intervenciones desde entonces, siendo el Regional de Málaga el único hospital público de Andalucía donde se llevan a cabo este tipo de intervenciones.
«Todos estos avances han ido de la mano de una enorme evolución en la epidemiología de los donantes y receptores renales, que ha hecho posible aceptar donantes renales con edades muy avanzadas, superando los 80 años», explica Daga, que recuerda como gran avance la incorporación de los donantes en asistolia en 2011, «siendo el Hospital Regional de Málaga uno de los centros españoles con mayor experiencia en esta materia». Desde entonces y hasta la fecha el 17% de los trasplantes han sido fruto de este tipo de donación -184 trasplantes-, una cifra que este año se espera aumentar hasta el 22%.
En los trasplantes destaca la coordinación de un conjunto multidisciplinar de profesionales de diferentes servicios y unidades que conjugan conocimiento, experiencia y trabajo en equipo, como Nefrología, Urología, Anestesia, Inmunología, Anatomía Patológica, Cardiología o Radiología, Enfermería y la Coordinación de Trasplantes, además de la UCI.
Las cifras de personas en lista de espera se ha reducido notablemente en los últimos años. El nefrólogo Guillermo Martín Reyes admite que la cifra de personas en espera de trasplante renal se reduce año a año, evitando en muchos casos que los pacientes tengan, incluso, que ir a diálisis. Así, actualmente esperan un riñón 132 personas mientras que hay 800 en hemodiálisis. «La diferencia entre una cifra y otra es que la edad del paciente -más de 67 años- condiciona mayor patología y mayor contraindicación para el trasplante siendo la diálisis un tratamiento seguro y eficaz», ha añadido.
En este sentido, admite que el perfil del paciente trasplantado ha ido variando en el transcurso de los años. «Las innovaciones terapéuticas en el ámbito de la inmunosupresión han posibilitado trasplantar a pacientes más mayores, más complejos y con mayor número de enfermedades asociadas. Al comienzo de la era de los trasplantes los receptores eran más jóvenes y no presentaban enfermedades asociadas y la terapia inmunosupresora que prevenía el rechazo era menos efectiva, presentaba más efectos secundarios y provocaba mayor número de enfermedades infecciosas, lo que disminuía el porcentaje de éxito a largo plazo. Actualmente esas mejoras en el tratamiento nos permite realizar trasplantes a personas con mayor complejidad por edad, enfermedades asociadas y seguimos obteniendo muy buenos resultados y minimizando las complicaciones. Además realizamos segundos y terceros trasplantes en pacientes a los que les falló un trasplante previo», apunta Martín Reyes.
La cirugía
En lo que a la cirugía se refiere, el urólogo Jorge Soler, que realiza trasplantes de riñón desde el año 2006, recuerda cómo ha variado la técnica, reduciendo a la mitad la intervención, de cuatro horas a dos. «El trasplante renal actual ha cambiado de forma radical con respecto al inicio de los trasplantes renales, tanto en el tipo de donante y receptor del órgano como en las técnicas quirúrgicas que empleamos», ha señalado, al tiempo que ha explicado que actualmente los profesionales cuentan con experiencia acumulada que les permite tomar decisiones con un porcentaje de acierto muy alto a la hora de escoger a los posibles donantes.
«El problema más importante que nos encontramos actualmente son los pacientes que presentan arteriosclerosis severa que afecta a las arterias principales del cuerpo y que es donde se conecta el nuevo órgano que se recibe para que quede incluido en el sistema sanguíneo del receptor del órgano y realice sus funciones propias de filtración sanguínea», señala Soler, que apunta a que se han modificado las técnicas para “conectar” los órganos en prótesis vasculares implantadas previamente o bien realizar trasplantes renales que se definen como ortotópicos, aquellos que se realizan aprovechando el sistema vascular del riñón no funcionante del receptor, siendo un centro pionero a nivel andaluz en este tipo de trasplantes. «Cada vez que hacemos un trasplante nos convertimos en un solo equipo con un objetivo común, conseguir un órgano en perfecto estado para que lo reciba el receptor ideal, esta ha sido nuestra consigna durante estos más de 3.000 trasplantes realizados y gracias a los pioneros que iniciaron el trasplante renal en Málaga, José Luis Gutiérrez Calzada que fue el urólogo que inició su implantación junto a Miguel González Molina, nefrólogo de nuestro centro. Junto a ellos, Miguel Ángel Frutos como coordinador del Sector Málaga de Trasplantes durante décadas.
La cirugía también ha variado en la extracción del órgano de donante vivo. En 2006 se realizó en el Hospital Regional de Málaga el primer trasplante de riñón de donante vivo extraído por la técnica de laparoscopia. Antes de esto, la extracción de riñones para trasplantes de donante vivo se realizaba tradicionalmente mediante técnicas de cirugía abierta, que dejaban una amplia cicatriz y precisaban de un ingreso hospitalario no inferior a siete días. Mediante esta modalidad de cirugía laparoscópica, los donantes quedan sin apenas cicatrices visibles y su recuperación es mucho más rápida, con mínima estancia hospitalaria (2 días) y con menores complicaciones.
Además de los avances en cirugía y de las nuevas posibilidades que permiten que se puedan trasplantar cada vez más órganos, el coordinador del Sector Málaga de Trasplantes, Domingo Daga, recuerda que, «a la infatigable labor de los profesionales que trabajan tanto en el proceso de donación como en el de trasplante, hay que añadir la solidaridad de las familias que han hecho posible que hoy sean más de 3.000 los riñones trasplantados en este hospital».
«Detrás de cada número hay una familia que ha dicho sí posibilitando que 3.000 personas pudieran seguir con su proyecto de vida adelante», señala Domingo Daga que, no obstante, recuerda que pese a la gran aceptación social, aún un 11% de las familias no aceptan la donación de órganos y tejidos como una parte de su legado vital, «por consiguiente debemos seguir insistiendo en la concienciación ciudadana hacia la donación pues su aceptación en el 100% de las ocasiones incrementaría un 11% los trasplantes», agrega.
Enfermedad renal
Según datos de la Unidad de Gestión Clínica de Nefrología del Hospital Regional de Málaga, las causas que llevan a la enfermedad renal crónica terminal son variadas pero destacan sobre todas ellas la diabetes y la hipertensión arterial con un porcentaje entre las dos que supera el 50-60% y con la diabetes en continua subida. Las glomerulonefritis está actualmente menos representada, con un 14%, debido al aumento de las otras dos causas. Un porcentaje inferior son pacientes con enfermedades sistémicas o hereditarias, como la poliquistosis renal del adulto, enfermedad hereditaria autosómica dominante, que representa entre 7-10% de las enfermedades que llevan a la diálisis. En un porcentaje de alrededor del 20-25% la enfermedad no está filiada de manera fidedigna pero en su mayoría corresponderían a nefroangiosclerosis (HTA).