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Mientras los malagueños maldecían a la Agencia Estatal de Meteorología, el larguero le daba la tarde al Kent. Y es que la alerta roja la pudo provocar Claudio, pero por terremoto, en alguno de los tres trallazos que envió al larguero en la segunda parte, dos de ellos en el último minuto, lo que dejó un final «jodidamente loco» que dirían Los Bengala.
Dadas las circunstancias, todo parecía indicar que ayer íbamos a volver a ver ese pabellón solemne, tranquilo, terso… Pero no. Eso de tener El Limón casi vacío en un partido de liga parece ya como de otra época. La grada empezó a coger color conforme se iba acercando la hora y acabó gritando al unísono para empujar al equipo a conseguir el empate. Un empate que en la primera parte duró nueve minutos, hasta que Jesús lanzó una contra que el condujo y que él finalizó. Luna paró el primer disparo, pero el rechace le volvió a llegar al jugador del Carmonense, que a la segunda sí consiguió batir al meta local.
Antes de esa llegada, los sevillanos apenas habían siquiera husmeado el área de los alhaurinos. El encuentro había empezado fuerte. Juanillo cogió el balón y disparó desde media distancia para sorprender a Barrera, obligado a entrar pronto en calor. Pero hasta el gol de Jesús, poco más se iba a ver. Algún intento de los locales, dos o tres faltas que fueron prácticamente toda la interrupción que hubo durante los primeros 20 minutos de partido y alguna llegada tímida de los visitantes. Efectividad total de estos últimos con el primer tanto.
Y si con el primero era total, con el segundo era absoluta. Los fantasmas del balón parado volvieron a la portería alhaurina con el 0-2. Fallo en la marca, despiste de libro, que aprovechó Amin para, en el segundo palo, empujarla a placer y ampliar la ventaja en el marcador. Aunque el Carmonense había logrado un gol que, a priori, podía darle paz, serenidad y calma… llegó un huracán llamado Claudio, que con un poco de fortuna tras el desvío de la trayectoria del balón al tocar en otro jugador, iba a volver a darle a ritmo a un encuentro que se las empezaba a prometer felices para los de Dani Quintana.
Con el 1-2 y un córner que nunca se produjo, se llegó al descanso. El marcador indicaba que el tiempo estaba cumplido, pero la bocina no había sonado. El mesa miró al árbitro; el árbitro miró al mesa. Parecía que no era suficiente. Y el segundo se acercó a la posición del primero. Pocas palabras bastaron para establecer lo evidente: la primera parte había terminado. 00:00, aunque silencioso. Y el árbitro pitó. Y ahora sí, la bocina sonó. Fin del culebrón. Anecdótico cierre a una primera mitad que se llevaban los de Carmona.
Tras el paso por vestuarios y el silbato inicial, ¡boom! Da Silva la coge y, como si fuese el último minuto y el resultado estuviese en contra, en apenas tres segundos articula el primer latigazo de la segunda parte. Declaración de intenciones para avisar a Yerri, que no lo iba a tener más facil que su compañero de posición, Barrera, al que le tocaba quedarse en el banquillo hasta el final del encuentro tras cumplir en la primera parte. Pero Yerri iba contar con la inestimable ayuda, inesperada, de un fiel aliado, el larguero, que, tirando del refranero español, le iba a salvar las castañas del fuego. No una vez. Ni dos. Tres.
La segunda parte iba a empezar más animada. Los visitantes no iban a esperar ni dos minutos para volver a golpear. Minuto y medio iba a ser suficiente para volver a marcar. Ahora, por medio de Manu. Pero la alegría iba a durar muy poco en el combinado visitante. Apenas un centenar de segundos después, otra vez Claudio, ahora sin ayuda de ningún defensor, iba a marcar para el Victoria Kent, que volvía a apretar el partido y le mandaba un claro mensaje no verbal a los visitantes.
Aunque el inicio había regalado al público de El Limón un gol en cada área, poco más se iba a ver. De más a menos, los minutos iban a ir pasando. Al Kent le iba a costar llegar, y el Carmonense tampoco parecía dar síntomas de lanzarse a buscar el cuarto. Entre unos y otros, el 2-3 parecía, por momentos, ser inamovible. Salvo ocasiones contadas como un derechazo de Claudio a la cruceta, todo parecía seguir igual. Con cerca de cinco minutos aún por delante, Víctor Quintero decidió jugar de cinco con Da Silva como portero jugador, que tal y como ya hizo en el partido contra Peligros, también iba a ‘hacer sus pinitos’ bajo la portería a modo de parada.
Y llegó el último minuto. Los sevillanos pudieron aprovechar un par de acciones en el juego de cinco del Kent para hacer el cuarto. Sin éxito. Bien plantado en defensa y, al parecer, con una fórmula eficaz para contrarrestar el juego con superioridad numérica de los de Víctor Quintero, que decidió pedir tiempo muerto a falta de minuto y medio para corregir esa situación. El remedio iba a ser el golpeo desde media distancia. Claudio recibió bola una vez superado el minuto 29, controló, se giró y la mandó al larguero. (Esperen 20 segundos y vuelvan a leer la última oración, porque, ante el asombro de la grada y la mirada clavada de Yerri, que ni la vio venir ni se la esperaba, volvió a ocurrir lo mismo). Y con la participación activa del travesaño se llegó al final del partido.
Derrota que no refleja lo que se vio durante los 40 minutos de encuentro. El Brandt Carmonense aprovechó sus ocasiones y se llevó los tres puntos. Además, planteó un partido serio en defensa y relegó al Victoria Kent a la pierna derecha de Da Silva, que ayer copó prácticamente todo el ataque amarillo. Pese a la derrota, los alhaurinos no dormirán en puestos de descenso al término de esta jornada en ninguno de los casos. Pero eso es casi simbólico. Ya solo toca preparar el encuentro de la próxima semana, en la que tocará visitar al Cádiz Virgili, recién ascendido y una de las sensaciones de este inicio de campaña.
Ficha técnica
Victoria Kent
- Titulares: Luna, Juanillo, Claudio, Hueso y Raúl.
- Suplentes: Adrián, Pillo, Álex Sanz, Olea, Ramón y Mini.
Futuro Carmonense
- Titulares: Barrera, Pino, Brahim, Dani Peña y Marco.
- Suplentes: Yerri, Ramón, Dani García, Jesús, Amin, Manu y Emilio.
Árbitros: Leiva Martínez (Jaén) y Pizarro Megías (Granada). Amonestaron a Yerri y Pino.
Goles: Jesús (0-1), Amin (0-2), Claudio (1-2), Manu (1-3) y Claudio (2-3).
Incidencias: Partido correspondiente a la sexta jornada del grupo V de la Segunda División B. Pabellón El Limón, con gran entrada.