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(Redacción: Estudiante de periodismo Mar Bassa / Fotografía: Estudiante de periodismo Laura Caballero) El pasado viernes 9 de noviembre llegó el “Oxígeno Tour” al Palacio de Deportes. Malú arrancó puntual. El público gritaba ansioso. La primera canción en entonar, tras unos segundos a capella, fue Lejos de ti, seguida de Me fui y Contradicción. Los fans cantaban animados junto a la intérprete, acompañada de fuertes aplausos.
Un total de 23 canciones hicieron a los asistentes quedarse afónicos. Las más coreadas fueron Invisible, Toda, Vuelvo a verte, Devuélveme la vida, Quiero, Cenizas, A prueba de ti, Que nadie calle tu verdad, Aprendiz, canción que cumple 20 años este 2018 y que siempre ha acompañado a la artista, y Blanco y negro, tema cantado mayormente por los asistentes y emocionó a Malú.
Un show lleno de mezclas, de música. Temas a piano, melodías que hacían bailar e interpretaciones como Ciudad de papel, que dejaron al público sin aliento. Llueve alegría, canción que canta junto a Alejandro Sanz en el disco Oxígeno, está dedicada a su tío Paco de Lucía. En las pantallas se observaba al guitarrista y a Alejandro Sanz en homenaje, acompañado de un juego de luces en el vestido de la madrileña.
La cantante agradeció a su público la espera de su llegada. Malú tuvo una rotura de ligamentos del tobillo y atrasó un mes el inicio de la gira: “Os doy las gracias por la espera. Os doy las gracias por estar esta noche aquí”. “Con sus dos pies firmes, Malú”, así se presentó después de acabar con los nueve integrantes de su banda.
El concierto fue muy interactivo. La intérprete dejaba al público que cantase sus canciones a pleno pulmón. Les cedía el micrófono. Aplaudían, levantaban los brazos, disfrutaban. “Una vez más, después de dos años, volvamos a crear nuestra burbuja para volver a ser libres”, decía Malú.
Oxígeno, el duodécimo álbum de estudio de la cantante, salió a la venta el 21 de septiembre de 2018 y se convirtió en número uno en ventas durante tres semanas consecutivas. El disco se compone de once temas. En él habla de amor, necesidad de cambio, crecimiento personal y del vacío interior. Malú anunció previamente las fechas de la gira.
Invisible, su single de presentación, tiene más de 14 millones de visitas en YouTube y logró el Disco de Oro. Ciudad de papel fue el siguiente en ver la luz, mezcla de ritmo e instrumentos étnicos orientales. El último fue Contradicción, melodías vanguardistas y pegadizas mezcladas con el sonido de la madrileña.
Malú impulsa durante su gira “#KilosparadarOxígeno”, una campaña en colaboración con el Banco de Alimentos para una recolecta de alimentos en cada una de las ciudades. El objetivo es transformar los 5.000 kilómetros que va a recorrer la artista en 5.000 kilos de comida, según informado en Live Nation.
El tour cuenta con la última tecnología en audiovisuales y sonido. Más de 300 aparatos de iluminación, 80 m² de pantallas de máxima definición. La preparación del show ha sido de un total de diez meses de ensayos. Todo el proceso de creación del espectáculo fue supervisado por Malú junto a su equipo.
La cantante los considera parte de su familia. El batería toca con ella desde hace 20 años y la mayoría de los músicos llevan trabajando con la artista desde hace más de 15. Incluso los técnicos de montaje viajan con Malú desde hace más de 7 años. Son pilares el buen ambiente, la diversión y la complicidad que existe entre ellos.