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(Julián Moreno Ruiz, Director Técnico Provincial del CPB Málaga) Tan solo ha pasado un día desde que tomamos conciencia de que Julen (nuestro niño Julen) nos observa junto a su hermanito desde la inmensidad de las estrellas, allá donde se para el tiempo de los mortales.
Hoy he podido dormir algunas horas seguidas, pero me he despertado con una terrible angustia porque mi mente me traiciona, me martillea con sentimientos de culpabilidad por dormirme, me ordena que rápidamente me reincorpore a las labores de rescate de Julen; no puede estar más tiempo entre los brazos de esa montaña despiadada que se lo tragó sin compasión.
Tomo conciencia en este momento y trato de relajar mi respiración, me doy cuenta de que es una pesadilla, que nuestro Julen está ya con su hermanito, que al fin conseguimos arrancárselo a la madre tierra que se lo llevó.
Me quedo con una sensación agridulce, lo conseguimos, pero la montaña se cobró un enorme peaje.
Me doy cuenta hasta qué grado este crío risueño nos caló hasta los huesos, siempre nos acompañará en nuestros pensamientos hasta el fin de nuestros días.
Es el momento de liberar tantas emociones contenidas durante estos 13 días extenuantes, ese llanto contenido, soltar la rabia almacenada contra la madre tierra, de canalizar y exteriorizar esa frustración colectiva, trato de hacerlo al escribir estas líneas, para poder así llegar al momento de recomponer nuestras heridas emocionales, que a todos se nos han marcado a sangre y fuego.
Deciros que Julen ha conseguido demostrarnos que es posible nuestra unión, trabajar unidos como personas, como colectivo, como nación, como humanidad, unidos sin consideraciones políticas o religiosas, no es una utopía, solo es necesario un finalidad común, rescatar a Julen fue nuestro fin, traerlo de vuelta junto a sus padres nuestro objetivo.
Me siento desconcertado, abrumado y emocionado al ver como tantos y tantos ciudadanos anónimos, instituciones, colectivos, compañeros de infinidad de servicios de bomberos de toda nuestra geografía, así como fuera de ella, nos habéis trasladado vuestro fuerza, apoyo, solidaridad y comprensión.
Deciros que para mí ha sido un honor poder estar al mando de un equipo de casi 200 bomberos durante estos 13 días, tan multidisciplinar y profesional, con una unión y tesón sin precedentes así como una calidad humana impresionante, virtudes estas que han demostrado todos y cada uno de los colectivos, empresas privadas y publicas que han participado, entre ellas el equipo de rescatadores de la brigada de mineros con su enorme generosidad, guardia civil, 112, 061, Protección civil, así como Ingenieros, topógrafos, ingenieros de minas, conductores, maquinistas, etc. y especialmente mi eterno agradecimiento a los cientos de voluntarios anónimos que han hecho más llevaderos estos 13 últimos días de nuestras vidas, así como a todo el pueblo de Totalan, por su calurosa y afectuosa acogida que brindó a los integrantes de este operativo de rescate sin precedentes.
No puedo ni debo olvidar, mi mas sincera admiración como persona, como compañero, como bombero, a todos los servicios de emergencias y seguridad entre otros que se jugaron estos 13 días así como se juegan la vida día a día para que este mundo sea cada día un poco mejor.
Es posible conseguirlo, cada uno solo debe aportar su granito de arena.
Gracias Julen por unirnos como una sociedad más justa y solidaria, así como ayudarnos a encontrarnos para ser mejores personas.
Descansa en paz