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En la actualidad, cada vez es más frecuente el uso de energías renovables. Como ejemplo , el uso de la caldera de biomasa industrial, está creciendo en los últimos años en nuestros hogares por su eficiencia y ahorro.
Por el mismo motivo, muchas industrias están considerando seriamente la utilización de calderas industriales de biomasa, porque cada vez es mayor la apuesta en este sector, por modelos de producción y consumo sostenible.
La biomasa es una energía renovable que supone para el sector industrial un menor coste en consumo energético, a la vez que una mejor imagen medioambiental.
Cuando hablamos de biomasa, nos referimos a la materia orgánica que puede producir energía. Es decir, residuos que proceden de actividades agrarias, forestales y ganaderas. También de las industrias de la transformación de la madera y de las industrias agroalimentarias. Incluso, aunque con otro tipo de tratamiento normativo, tendrían esta consideración, los residuos domésticos y los producidos por las industrias.
A partir de la biomasa, se obtienen combustibles como leña, astillas, pellet, huesos de aceituna, cáscaras de frutos, etc.
El hecho de que otras alternativas energéticas sean más caras, y la necesaria preocupación por el medio ambiente, han hecho posible su desarrollo y su creciente utilización convirtiéndose en una energía renovable con un gran potencial de crecimiento.
Son varios los factores que han contribuido al uso de la biomasa como fuente alternativa de energía. Entre ellos, el alto precio del petróleo, el cambio climático y el aumento de la investigación en el campo de las energías renovables.
En los últimos años se ha ido consolidando este mercado aumentado de manera considerable su comercialización. A su vez, se ha ido estandarizando y certificando la calidad de estos productos y creando normativas específicas para su regulación.
En la industria, la biomasa abarca un amplio abanico de nuevas posibilidades. Ya desde los años ochenta sectores como el de la fabricación de ladrillos empezaron a diversificar la energía que utilizaban, dando paso a la biomasa en sus procesos de fabricación. Después se extendió al sector de la madera, pero en la actualidad, se aplica a cualquier tipo de industria.
Generalmente, para uso industrial se utiliza principalmente la biomasa forestal, hueso de aceituna, astillas de madera, aserrín, cáscaras de avellana, cáscara de almendra, cascara de piña, orujillo, etc.
Cuando se utiliza una caldera de biomasa industrial, se pretende lograr un alto rendimiento energético. Además, hay que tener en cuenta que la inversión se recupera en muy poco tiempo, debido a que el precio de este combustible, es bastante inferior al de otros, como el gas o gasoil.
Es importante tomar en consideración, que en algunos casos se pueden obtener subvenciones y ayudas para la instalación de equipos de eficiencia energética.
En paralelo a la utilización de la biomasa en el sector industrial, hay un importante crecimiento de empresas que se dedican a su suministro, en función de las necesidades de cada cliente.
El uso de la biomasa, es el uso de una energía inagotable, que no aporta CO2 a la atmósfera, y no aumenta el efecto invernadero.