Tiempo de lectura aprox: 4 minutos, 39 segundos
En una entrevista que oí hace algunos años, si no recuerdo mal, Mingote indicó que en toda la vida de colaboración con el ABC, que duró desde 1953 hasta el 2012 el periódico le había dejado de publicar nada más que tres viñetas o dibujos humorísticos, o humor gráfico. En definitiva todo se lo había editado.
Creo que este dato, nos puede servir de hilo conductor para reflexionar, sobre la autocensura y la censura a y en, los medios de comunicación, incluso en la democracia. En definitiva, sobre la libertad de conciencia, consciencia, de pensamiento, de expresión y de publicación real, incluso en el marco de la democracia.
– Si Mingote que vivió y existió y publicó en un país, durante un tiempo, de 1953 a 1975, en el cual, era un país no democrático. Hoy, tenemos que plantearnos y preguntarnos, dónde existen, miles de periódicos digitales, en esa misma sociedad y país y Estado y, docenas de miles en Europa, y en el mundo. Nos tenemos que plantear esta cuestión.
¿Cuándo un periódico en papel o digital, contrata a un articulista equis, para que realice artículos, sean de una sección o sean de otra, o permite, que colaboradores sin remuneración que hagan lo mismo, la cuestión es si el equipo directivo, cuándo y cuánto puede censurar, o dicho de otro modo, no permitir la publicación?
¿Siempre que esos artículos estén bajo el paraguas de la legalidad vigente, y si desean de la moralidad o marco de los Derechos Humanos de 1948?
Ciertamente la experiencia personal, es que la inmensa mayoría de esos medios digitales, sean más modestos o menos, por lo general, publican cuándo ya han llegado a una colaboración con un autor, dentro de una línea muy amplia del medio, permiten la publicación de casi todo. Pero también existen algunos medios, que el autor y colaborador, incluso trabajando de forma no remunerada para ese periódico digital, no le publican, no uno, sino varios seguidos, enviados en varias semanas.
– Ciertamente los equipos de redactores y la dirección de un medio digital, tienen la libertad y la autonomía de dirigir su medio en las líneas que crean convenientes y adecuadas. Pero también, si una dirección no desea la colaboración de un autor, es fácil, enviarle un correo electrónico e indicarle, que la línea del medio digital, no estima que continúe la colaboración con ese autor. Pero no, dejar que el autor, le siga enviando, por ejemplo, tres o cuatro o cinco o siete, uno detrás de otro, y ninguno encaje con la línea del periódico o sea suficiente importante, para que ser editado o publicado, cuándo antes, durante varios años, ha existido una colaboración en mayor o menor medida fluida o mínima o suficiente.
– Sin que nadie se ofenda, sin dirigirse a nadie, ni a nada. Creo que esta realidad empírica, por lo general excepcional, pero existente, puede servirnos para reflexionar, sobre la libertad de los equipos de dirección de los periódicos digitales y en papel, y también para la libertad de los autores y colaboradores, siempre en el marco de la ley, siempre en el marco de ambas libertades, y desde luego de la democracia y los derechos humanos.
La censura y autocensura puede ser de muchos modos y de muchas clases y tipos, a lo largo de los siglos. Pensar que un equipo directivo de un medio social, que solo pueden ser publicados en su medio, una corriente de pensamiento muy limitada y restringida y estricta, estimo y creo que es un error, pero especialmente para el mismo medio. Para la supervivencia del mismo medio.
Porque al final, siempre diríamos en un marco general, la libertad del autor-colaborador, siempre dentro del esquema-límites de la legalidad, del respeto, de la tolerancia, etc., es la máxima prueba de que un periódico en papel o, y digital, puede tener para seguir existiendo. Por una sencilla razón, aunque todo medio tenga su ideología, todo medio si quiere sobrevivir en el tiempo, aumentar su población lectora, su nivel de calidad, y sus baremos de libertad de expresión y de pensamiento. Tiene que dejar que tenga en si y por sí, una multitud de colaboradores diferentes y diferenciados, quizás con criterios diversos. Porque eso produce libertad, libertad de expresión, incluso dentro de una línea ideológica, y eso permite que ese medio tenga más posibilidades de sobrevivir. Aunque parezca lo contrario.
Un periódico digital, tiene multitud de otras secciones, para indicar, su parecer, sus líneas editoriales, su ideología, y toda su libertad de concepción del mundo y por tanto de expresión y de publicación. Pero diríamos que solo en una sección, la de opinión, puede y creo, estimo en mi modesto parecer, puede y debe, dejar más libertad de diferentes líneas. Incluso artículos que puedan ir en contra de las mismas líneas editoriales, siempre que sean escritos con respeto y tolerancia y dentro del marco de la ley e incluso de la legalidad.
– Por otro lado, existe un error, que algunas personas y colectivos e ideologías pueden caer, que consideren que es más de sus líneas, los autores o colaboradores o artículos, que atacan directamente una línea de pensamiento y defienden otra. Y quizás, en el fondo, es más acorde con sus líneas de pensamiento, aquellos artículos, que analizan los pilares y el fondo de multitud de temas o cuestiones. Porque al final, los árboles existen, no solo por sus ramas y sus troncos, sino por sus raíces. O dicho de otro modo, artículos que parecen más de una dirección o ideología, son en el fondo menos de esa dirección y esa ideología, porque los primeros atacan o defienden directamente un punto de vista, y parecen por eso más claros y evidentes, pero los segundos, analizan las raíces profundas de un fenómeno. Por lo cual, los segundos, en el fondo, son más esenciales, e incluso más de la misma línea del periódico digital, aunque no sean conscientes, aparentemente no lo sean de esos medios de comunicación.
También, creo que los medios deben permitir, a las personas-autores-colaboradores, que por su forma de ser-sentir-pensar, no están en contra de ninguna ideología, sino que de todos, toman ideas y conceptos y hechos y datos. Es decir, que son profundamente librepensadores. Término que todo el mundo alaba, durante estos tres siglos, pero casi todo el mundo, limita y censura a los pocos autores que se pueden considerar que están dentro de esa línea.
– Creo y estimo, que ese es el modo, que un periódico digital, que puede ser, o tener un espacio local, comarcal, provincial o regional, se vaya ampliando su base de lectores, su grado de perfeccionamiento, aumentando su grado de libertad y de responsabilidad, incluso sus beneficios económicos… Porque al final, son los autores-colaboradores, remunerados o no, los que hacen o crean la riqueza de conciencia-consciencia-pensamiento-expresión. Y los que hacen que un periódico pueda perdurar en el tiempo y tengan más beneficios y se instalen en la pequeña historia de los humanos. No olvidemos que un periódico tiene muchas secciones, entre otras la editorial, por lo cual, puede tener una sección de opinión, con mayor grado de libertad, porque eso aumentaría el grado de libertad del mismo periódico, aumentaría el grado de expresión del reflejo de la realidad…
Si, en aquella entrevista, Mingote declaró, que solo creía que en más de cuarenta años de colaboración, el ABC, no le censuró ningún artículo, solo no le publicó tres, o que no llegaba a tres, es decir prácticamente nada. O dicho de otro modo, que jamás le había censurado los diversos equipos directivos. No olvidemos la realidad del país en aquellos tiempos y momentos. Supongo que este dato sería suficiente para que los medios de comunicación actuales, digitales, más modestos o con más presencia, reflexionasen, al menos, en y sobre la sección de opinión. Porque es ésta la que puede permitir, lo crean o no, que con el tiempo, dicho medio vaya amplificando su comunidad lectora. Aviso para caminantes. Dicho con todo respeto.
http://youtube.com/jmm caminero © jmm caminero (09 febrero-24 marzo 2019 cr).
Fin artículo 1.591º: “A Mingote el ABC solo no le publicó tres viñetas”.