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El concejal popular sentenció sin pruebas que «la edil socialista retiró su coche del depósito con claros síntomas de embriaguez»
(PSOE Torremolinos) La concejala del PSOE de Torremolinos, Aida Blanes, ha presentado una querella por presunto delito de injurias y calumnia contra Ramón del Cid, concejal del Partido Popular, por sus declaraciones en nota de prensa en las que aseguraba sin pruebas que «la edil socialista retiró su coche del depósito de la grúa municipal con claros signos de embriaguez». Sin duda, un claro signo de «nerviosismo por parte de un concejal que lleva casi tres décadas como edil y que está intentando buscar un mínimo número de votos a través de la mentira y unas falsas acusaciones que pueden ser consideradas como delito».
El Partido Popular y Ramón del Cid han pretendido engañar a los vecinos con una disculpa en el pleno, cuando realmente han vuelto a vertir nuevas acusaciones infundadas contra la concejala socialista. La propia edil ha respondido a las diferentes preguntas que durante la sesión los grupos le han realizado, aclarando que «todo ha sido un malentendido y que se solucionó con el pago de la multa y la retirada del coche del depósito».
El PP no ha dudado en utilizar todo lo posible por rentabilizar esta situación y crear una cortina de humo ante las acusaciones vertidas por Pedro Fernández Montes a Margarita del Cid en el momento que anunció su retirada del Partido Popular. En política no todo vale, y Ramón del Cid tendrá que pedir disculpas en un juzgado, porque no se puede acusar a alguien de un delito sin prueba alguna. Ni siquiera han tenido reparos a la hora de acusar a la Policía Local de incumplir con su labor, y es algo que tampoco podemos permitir.
Ramón del Cid ha tenido la intención evidente de perjudicar la imagen de la concejal socialista atentando contra su honor y reputación a través de diferentes medios, incluso con un video en la red social Facebook. Lo peor es que todo se ha realizado con un claro tinte electoralista utilizando un accidente para proferir graves mentiras con el objetivo de dañar a una adversaria política.