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Los retrasos en la liquidación de las facturas, que las pymes soportan cuando trabajan con las administraciones públicas, complican su actividad. Tanto que, en ocasiones, acaban cerrando por la imposibilidad de seguir adelante con sus negocios.
Según informe del Ministerio de Hacienda, el período medio de pago, a proveedores de las administraciones públicas, en el mes de enero de 2019, era de 54,77 días para la administración local, 37,30 la regional, 18,60 los fondos de la seguridad social y 41,20 días para la administración central. De ello se deduce que el período medio de pago de las administraciones fue de 38 días en enero. El total de deuda sumaba 5.971.340,45 euros, con el agravio que ello conlleva en la liquidez de las empresas.
La morosidad, del sector público, hace necesario que estas pymes necesiten una opción económica para seguir subsistiendo. Los bancos no facilitan el acceso a créditos, pero no todos los intermediarios financieros son bancos. La alternativa a esas entidades financieras son otros agentes financieros no bancarios, entre ellos se encuentran las sociedades de garantía recíproca, el Instituto de Crédito Oficial, compañías aseguradoras, empresas de leasing y empresas de factoring, entre otros.
Según el último informe de Intrum, entre otras conclusiones, revela que el 51% de las empresas en España reciben la petición de aceptar plazos de pagos más largos. También se desprende del mismo informe que, el retraso de los pagos influye de manera directa en el crecimiento del empleo. Un 16% de las empresas aseguran que contrataría a más trabajadores si cobraran a tiempo.
Estas empresas de factoring apoyan a las pequeñas y medianas empresas anticipando el pago de las facturas de la administración pública. La contratación de los servicios de las empresas de factoring, incide directamente en la mejora del movimiento de las cuentas y en consecuencia la disminución de las facturas por cobrar, aumentando con ello la liquidez y disminuyendo las deudas. Cabe destacar que estas empresas cobran menos intereses que los bancos, además de ser más sencillo y rápido el trámite.
Es por tanto, que la forma de financiación empresarial de estas empresas de factoring consiste en la compra de derechos pendientes de cobro que las pequeñas y medianas empresas tienen, proporcionándole así una liquidez inmediata. Las pymes ceden esos derechos y las empresas factoring cobran a cambio una comisión, encargándose de hacer efectivos tales cobros.