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No ha sido nada fácil. Hablamos del curso y del partido en Jerez de la Frontera. Un retrato este segundo del primero. Porque los azulones no iban a regalar nada. No tenían ninguna motivación, más allá de darle una alegría a su técnico, Juan Carlos Gálvez, en su despedida. Pasillo en el que participó el Victoria Kent como reconocimiento a una larga y exitosa trayectoria, con el título de liga de la temporada anterior como logro más reciente. Se podía percibir esa sensación de pena y orgullo. También las ganas de querer devolverle al entrenador todo el cariño, el esfuerzo y el tiempo dedicado. Pero con el Kent en frente, hasta la fiesta más alegre puede caer. Porque había demasiado en juego para los alhaurinos.
Con el gol de Álex Sanz casi que arrancó el partido. Poco había pasado hasta entonces. Xerez mostró su versión de equipo campeón, como hace un año atrás, y sacó su lado más feroz. Sin renunciar al segundo, los alhaurinos fueron empujados a dar un paso atrás una vez pasó la efímera efervescencia del tanto inicial. Gonzalo apareció en alguna que otra ocasión y el larguero evitó el empate. Víctor Quintero tuvo que pedir tiempo muerto en la acción que sucedió a una nueva intervención del meta visitante. Y a partir de ahí, hasta el descanso, volvió a mandar el Kent. Claudio se topó con el poste y Chechu perdonó el 0-2 con una de esas vaselinas que no se le ocurre a cualquiera.
Con dinamismo y alegría arrancó el segundo tiempo. Xerez igualó en dos minutos tras un grosero error en defensa. Tocaba recomponerse. Y qué mejor forma de hacerlo que con un gol. Dos para dos que finaliza Mini y que sirvió para volver a adelantar a los de Alhaurín de la Torre. Otra vez Claudio, cuando se cumplía la media hora de partido, envió un cañón al larguero que sorprendió al público. Hasta que Álex Sanz, que perdonó una muy clara en la primera parte, dio aparente tranquilidad con el tercero. Mientras tanto, Alcalá vencía en Bujalance (1-4) y obligaba a ganar a los amarillos, que, también podían, a priori, empatar, ya que los sevillanos necesitaban cinco más (por la diferencia).
Pero la cosa en Córdoba no iba a cambiar. Era ya definitivo. El Kent estaba más cerca que nunca de la salvación. Más, incluso, que en enero. O quizás no. Aunque eso parecía. Sin embargo, Xerez reaccionó y apretó. Rozó el segundo en varias ocasiones y lo consiguió al final. A falta de cinco minutos, los azules se acercaron en el marcador. Llegó el juego de cinco. Fueron a por el partido, como no podía ser de otra forma.
Y a 1:12 para el final, llegó el empate (3-3). Alcalá de Guadaíra se frotaba las manos esperando un cuarto. Un gol podía cambiarlo todo. Se controló el nerviosismo y se apuró el marcador hasta que los colegiados hicieron sonar el silbato. El punto se iba hacia Alhaurín. Y la salvación también. Cinco tantos de diferencia (-30 y -35) hacen que podamos repetir esto: El Victoria Kent logra la permanencia una vez más. La que viene será la sexta temporada consecutiva en la categoría de bronce del fútbol sala nacional.