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Esta actuación, que forma parte de la Senda Litoral con una inversión de casi 1,6 millones de euros, será financiada al 50% por la Diputación y el Ayuntamiento de Málaga.
(Comunicación Diputación de Málaga) La Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga ha informado de que la próxima semana comenzarán los trabajos de la pasarela peatonal en la desembocadura del río Guadalhorce, una actuación que forma parte de la Senda Litoral. Este proyecto supone una inversión de 1.598.894,99 euros (incluido IVA), financiada al 50% entre el Ayuntamiento de Málaga y la Diputación.
Se ha escogido esta época del año para el inicio de esta actuación siguiendo las indicaciones de la dirección del paraje natural Fuente de Piedra, con quien Urbanismo se está coordinando. Dicho organismo de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía ha trasladado que se pueden comenzar los trabajos en los caminos situados en la periferia del paraje natural en la segunda quincena de julio.
Cabe recordar que esta destacada actuación ya recibió la autorización de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía.
El proyecto completo está distribuido en dos lotes. Concretamente, para el correspondiente a la pasarela, se adjudicó a Urinci, por un importe de 1.209.697,33 euros y un plazo de 5,3 meses; y para el relativo a la obra civil, a la entidad Obras Generales del Norte, por 389.197,66 euros y un plazo de 6 meses.
Así, el proyecto contempla la ejecución del tramo de Senda Litoral que discurre desde el acceso a la infraestructura de paso existente en la margen derecha del río Guadalhorce hasta la mota en la margen izquierda, desde donde arrancará una nueva pasarela de madera que salve el brazo izquierdo del río Guadalhorce.
El emplazamiento propuesto para la misma, situado en la desembocadura del río, una zona con un importantísimo valor paisajístico y medioambiental, hace idónea la utilización de la madera como material estructural, siguiendo así la línea marcada por el proyecto de Senda Litoral y por otras actuaciones realizadas en Europa.
Pasarela peatonal y camino de acceso
La actuación completa contempla la pasarela y un camino de acceso a la misma, con una longitud total 575 metros. En concreto, la pasarela peatonal sobre el río Guadalhorce tiene una longitud total de, aproximadamente, 270 metros lineales y un ancho de paso útil de tres metros, por lo que será una de las más grandes del mundo.
La estructura de la pasarela está formada por siete vanos de configuración creciente de luz simétrica, siendo la luz del vano central, que salva el ramal del río Guadalhorce con su caudal habitual de 66 metros, 55 metros la siguiente, 31 y 15 metros respectivamente los tramos a continuación.
La plataforma del tablero queda flanqueada por una barandilla con postes curvados de madera, y quitamiedos inclinados con el fin de hacerla no escalable, además de facilitar la evacuación del agua de lluvia fuera del tablero y proteger las vigas inferiores.
Se ejecuta a su vez un camino de acceso a la pasarela desde la margen derecha (Guadalmar). Esta senda peatonal cuenta con una longitud de 305 m y un ancho de tres metros funcionales en prácticamente la totalidad del recorrido. La senda peatonal se realiza en su mayor parte con terreno de relleno existente en el ámbito de proyecto, respetando de esta forma el entorno en el que se desarrolla la actuación.
No obstante, en el caso de este camino, la sección de la actuación será de seis metros en total, pues se crean taludes a ambos lados del sendero de 1,5 metros, con piedra natural y vegetación autóctona, que ayudará a contener la formación del sendero peatonal.
Los materiales empleados en el proyecto son respetuosos con el entorno: pavimento de terreno natural compactado para el paseo peatona, barandillas de madera en rampas y vallas ganaderas en el sendero, entre otros.
Por otro lado, el acceso desde la infraestructura de paso existente en la margen derecha se producirá desde la señalización de entrada a senderos peatonales, una vez se haya bajado a cota el camino existente natural, respetando la vegetación de cañas.