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El Portón del Jazz acoge en su último día de conciertos a la big band U Circle Breakers, precedida por Julia Martín Quartet como teloneros.
(Redacción) Alhaurín de la Torre vuelve a ‘‘empaparse’’ de música en la última jornada del Portón del Jazz.
Como era de esperar, el evento recogió la presencia de un público de todas las edades dispuesto a pasarlo bien, disfrutar de los intérpretes y dejarse llevar por la experiencia sonora.
La velada comenzó por todo lo alto al ritmo de Julia Martín y su cuarteto, que no tardaron en poner al público a bailar con las canciones de S.U.P.E.R.R.E.A.L, su primer trabajo discográfico. Durante toda la actuación, el cuarteto rebosaba energía y buen rollo que poco a poco se fue contagiando al público asistente junto con ritmos urbanos, pop electrónico, funk, hip hop, soul y algún que otro instrumento con el que la malagueña improvisaba a su antojo.
El repertorio fue variado, con canciones en inglés y español, algunas más dinámicas, bailables y coloridas y otras más lentas, más ‘‘de chill’’, pero siempre dentro de esos tintes urbanos y arreglos electrónicos que otorgan un toque fresco y diferente a un sonido y un género cada vez más integrado en los oyentes.
La Plaza Antonio Romero rápidamente se llenó de sonrisas de un público que no podía evitar aplaudir al final de cada canción. Sin duda alguna, puro espectáculo.
La peculiar aunque extraordinaria voz de Julia Martín y los acordes de la banda formaron el tándem perfecto para calentar y poner el ánimo a punto para el plato fuerte de la noche.
A pesar de arrancar con dificultades técnicas (problemas comunes del directo), U Circle Breakers dejó boquiabierto al público, que rozó el lleno en las gradas del auditorio El Portón.
U Circle Breakers nació de forma espontánea, de la capacidad imaginativa de 18 músicos que con sus composiciones pretenden liberarse de convencionalismos musicales y de los cánones que los rigen.
La concepción musical de esta big band se articula mediante las partituras del talentoso compositor y saxofonista malagueño Ernesto Aurignac, quien, junto con estos 18 músicos, buscan desnudar de significado al estilo o al género, musicalmente hablando, partiendo del jazz como base sobre la que investigar y construir un sonido ecléctico y diferente.
En la noche de ayer, U Circle Breakers nos deleitó con la suite Música para un pez descalzo, de 1 hora de duración pero que acortaron a la mitad dejando al público con ganas de más, advirtiendo también que podrían disfrutar de la obra completa adquiriendo su disco en el punto de venta del recinto.
Desde el comienzo del concierto, El Portón se silenció, abriendo los oídos, la mente y el corazón para escuchar la pieza, intrumental en su totalidad.
La virtuosa ejecución musical de la U Circle Breakers sumergió al público dentro de un universo sonoro prácticamente tangible, invitando a acompañar a un pequeño pez en su viaje por el mundo marino, utilizando sus instrumentos no sólo como un ejecutor de melodías, sino también como generador de efectos sonoros y elementos no melódicos que ayudaban a narrar una historia únicamente con la calidad y fuerza del sonido.
Durante la pieza, era inevitable observar los rostros de asombro de algunos y de disfrute de muchos otros, cerrando los ojos para disfrutar aún más de la experiencia.
Después de la suite, sorpredieron al público con una pieza inédita, compuesta especialmente para el evento y sin título definido, pero a la que el compositor titularía Júpiter.
Tras dejar al público sin palabras, los aplausos y vítores cortaron de golpe el silencio que inundó el auditorio al comienzo del espectáculo.
La banda apostó por una propuesta diferente, que define a la perfección su filosofía y su visión de la creación y ejecución musical, sirviendo de argumento a las palabras de Aurignac: ‘‘Lo perita del grupo y del sonido es que tiene un sonido distinto a todo lo que suele escucharse y eso es lo interesante’’.
La concejala de Cultura, Jessica Trujillo, compartió unas palabras como valoración a esta última edición del Portón del Jazz: ‘’Me ha parecido muy bueno, muy abundante y muy movido. Ha venido gente con estilos muy diferentes, desde Myles Sanko, que era más jazz con soul, hasta Chucho Valdés. Hemos tenido una gran variedad dentro de lo que es el jazz. Y también en las actuaciones de la calle. Los públicos han sido diferentes, pero hemos hecho lleno en casi todas las ocasiones. El balance es el mejor’’.
Así, un año más, Alhaurín de la Torre cierra a lo grande El Portón del Jazz, un evento identificativo e insignia del municipio, que deja de manifiesto su apuesta por el arte local, la interculturalidad y la calidad musical.