En la mayoría de los cas os, según este estudio, la empresa malagueña es una microempresa con una plantilla de 5,6 personas empleadas y con una longevidad media que roza los 17 años.

Los sectores de actividad más frecuentes son el comercio, seguido de los servicios y la industria. Sus áreas de negocio se concentran especialmente en el ámbito de la consultoría y la asesoría, así como otros productos y servicios relacionados con la alimentación, la limpieza, el mantenimiento, la construcción y reformas.

Así lo ha dado a conocer el presidente de la Diputación, Francisco Salado, junto al vicepresidente primero y diputado de Empleo, Juan Carlos Maldonado, y el presidente de AJE, Ricardo Nandwani. También se ha contado con la presencia de Princesa Sánchez, secretaria general de AJE.

Salado ha explicado que este I Barómetro “es un informe que resulta de gran importancia, porque Málaga es una provincia netamente emprendedora, aunque durante este año el ritmo de constitución de nuevas empresas ha descendido levemente respecto al año pasado (un 1,8% menos), Málaga lidera la creación de sociedades mercantiles en Andalucía, concentrando el 35,5% de las creadas en la comunidad autónoma.

Y, a nivel nacional, la provincia mantiene el tercer puesto en el ranking de sociedades creadas, superada solo por Madrid y Barcelona.

Madonado ha destacado el “magnífico trabajo” realizado por AJE para conocer las causas que justifican los índices de mortalidad empresarial y “que hay que abordar desde la alianza público-privada, para intentar erradicarla y darle las máximas garantías a los emprendedores para que sus proyectos sigan adelante”.

Para la elaboración del informe se ha escogido aleatoriamente una muestra de 250 personas empresarias, a quienes se les han efectuado encuestas vía telefónica y ‘online’ cuyos resultados se han recogido en una estadística concluida a comienzos de este 2019.

El mismo estudio revela q ue el 58% de las empresas malagueñas se ubican en la capital. Además, el I Barómetro del Emprendimiento Provincial dibuja un perfil del empresario malagueño que se corresponde con el de un hombre (en el 63,6% de los casos) con una media de edad de 45,8 años, con estudios universitarios y que emprende con la motivación de crear su propio puesto de trabajo.

Las principales dificultades señaladas por las empresas encuestadas son la competencia elevada o desleal, la dificultad a la hora de captar clientes, las elevadas tasas que se abonan a la administración pública, la crisis del sector, las dificultades para encontrar personal adecuado y los problemas de pagos y cobros con otras empresas y clientes.

Por otra parte, según el estudio, y tal y como ha indicado Nandwani,  pertenecer a las organizaciones empresariales ayuda a las empresas a crear ventajas competitivas, según se desprende del estudio. De hecho, el  78% de las empresas encuestadas que pertene cían a alguna organización empresarial de la provincia -ya fueran asociaciones de su mismo sector, colegios profesionales o la propia AJE- indicaron unas expectativas de crecimiento superiores al 20% de su facturación actual, frente al 54,7% de las empresas no asociadas a ningún colectivo y que auguraban incremento de su volumen de negocio.

Según el estudio, los asociados a AJE Málaga, ha explicado Nandwani, un 46% tienen entre dos y cuatro años de vida, y un 30% entre cinco y siete años. Sin embargo, el estudio revela que entre los no asociados, el 24,61% tienen una vida de entre uno y cinco años y un 19% de entre seis y diez.

Asimismo, el volumen de facturación es superior a los 50.000 euros anuales para el 67,4% de las empresas asociadas a alguna entidad en comparación con el 54,8% de las no asociadas.

Apuesta de la Diputación de Málaga por el emprendimiento

Salado ha expresado que poner en marcha una iniciativa empresarial es todo un reto � ��que debemos aplaudir, porque las empresas juegan un papel fundamental en la creación de riqueza y en el sostenimiento y la mejora de nuestro estado del bienestar”.

Por eso, una de las principales premisas de las administraciones públicas, ha expresado, “debe ser la de apoyar a las empresas y contribuir a la puesta en marcha de nuevos negocios e iniciativas”.

Es una de las prioridades de la Diputación de Málaga, que ha intensificado actuaciones para favorecer el emprendimiento empresarial, especialmente en los pueblos más pequeños, con el propósito de revitalizarlos. Respecto al hecho de que el 58% de las empresas se encuentren en la capital, ha indicado que el reto es conseguir que haya una mayor dinamización económica y empresarial en el interior de la provincia, lo que evitará la despoblación rural.

En los últimos ocho años, ha recordado el presidente, se han dedicado casi dos millones de ayudas a poner en marcha o consolidar nuevos negocios en municipios menores de 20.000 habitantes.

Por otra parte, se ha reforzado la apuesta por el autoempleo con la organización de jornadas o tutorización de iniciativas; así como talleres para fomentar la actitud emprendedora de la mujer como vía de incorporación al mercado laboral o la colaboración de La Noria, el centro de innovación social de la Diputación de Málaga, con los emprendedores sociales de la provincia.

Además, la Diputación de Málaga, a través de la sociedad Turismo y Planificación Costa del Sol, dispone de diversos programas de apoyo a la creación y desarrollo de empresas del sector turístico.