Profesionales del Hospital Regional de Málaga e Ibima estudian las carga genética de la conducta suicida en personas con problemas de salud mental

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Los investigadores trabajan para averiguar la relación entre la autolisis y padecer trastorno bipolar, esquizofrenia y depresión tras analizar a 6.000 sujetos

(Prensa Junta Andalucía) Profesionales del Hospital Regional Universitario de Málaga y del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima) se hallan inmersos en un estudio colaborativo para averiguar las cargas genéticas de la conducta suicida en personas con problemas de salud mental, fundamentalmente trastorno bipolar, esquizofrenia y depresión.

Este es el primer estudio realizado hasta la fecha para determinar  la influencia de factores genéticos en la conducta suicida y en él participan múltiples grupos de investigación que estudian las bases genéticas de enfermedades psiquiátricas en las que existe una alta prevalencia de suicidio. Mediante este estudio los investigadores han analizado variantes genéticas asociadas a la conducta suicida en estas enfermedades y la relación entre el riesgo genético al presentar estos tres trastornos psiquiátricos y la conducta suicida.

El responsable del grupo de investigación de salud mental de IBIMA y psiquiatra del Hospital Regional de Málaga, Fermín Mayoral, explica que en esta investigación se han analizado más de 6.000 muestras de sujetos con antecedentes de tentativas de suicidio y se han comparado con otros 8.000 sujetos diagnosticados de depresión, trastorno bipolar o esquizofrenia sin antecedentes de tentativas suicidas. Los resultados del estudio hallaron variantes genéticas de riesgo en las tres enfermedades. «La tasa de suicidio en las personas que padecen trastorno bipolar es muy alta. Se espera que en el futuro se conozcan más en profundidad los genes implicados en los trastornos psiquiátricos y en la conducta suicida y que mejoren los tratamientos gracias a este conocimiento», asevera el experto.

El estudio, en el que también participa el psicólogo clínico José Guzmán, espera comprender, en mayor profundidad, el riesgo que confieren determinadas variantes genéticas en  el suicidio y su relación con las enfermedades psiquiátricas.

Desde la puesta en marcha del estudio en 1977, los investigadores malagueños que trabajan en estrecha colaboración con otros expertos del centro de Epidemiología genética de Manheinn, y la Universidad de Bonn, han hallado variantes genéticas específicas relacionadas con un mayor riesgo a presentar conducta suicida. «También se ha encontrado una asociación entre el riesgo genético de presentar trastorno depresivo mayor y la conducta suicida», agrega Mayoral.

En este sentido, José Guzmán explica que el riesgo que produce el ser portador de estas variantes conocidas actualmente es bajo y, aunque es estadísticamente significativo,  no se puede utilizar todavía en la práctica clínica porque no predice adecuadamente la conducta suicida individual. «Si en el futuro este riesgo genético se comprende mejor y llega a ser predictivo, podría ser utilizado en la práctica clínica para realizar intervenciones más intensivas, tanto farmacológicas como psicosociales, en aquellas personas en las que se ha detectado un riesgo importante».

Este estudio se enmarca en otro actualmente en fase de investigación, y en el que participa el mismo grupo, para avanzar en el estudio de las bases genéticas relacionadas con el trastorno bipolar. Los investigadores llevan dos décadas trabajando en este proyecto con el que pretenden conocer el origen de la enfermedad y hallar nuevas dianas terapéuticas. Denominado ‘Andalusian BipolarFamily’ (ABiF), el estudio comenzó en 1997 y tiene como objetivo explicar las causas genéticas y moleculares del trastorno afectivo bipolar.

Suicidios

El suicidio es una de las principales causas de muerte evitables en las personas jóvenes. En España, cada año se suicidan más de 3.600 personas, el 75% de ellos, hombres. Según Fermín Mayoral, las diversas unidades de Salud Mental trabajan con personas que han intentado suicidarse. «Como investigadores, sabemos que estos datos están subestimando la realidad del problema, porque muchos suicidios no se registran como tales. Pensamos que no se hace lo suficiente para prevenirlo y que es necesaria la elaboración de un plan integral específico para la prevención del suicidio global con la participación de profesionales sanitarios, asociaciones de pacientes, medios de comunicación y grupos de autoayuda», señala.