Torremolinos regenera sus espacios urbanos y los convierte en museos de arte e historia sobre sus iconos más internacionales

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El alcalde, José Ortiz, ha inaugurado hoy en La Carihuela el nuevo mural graffiti inspirado en la estancia de Frank Sinatra en 1964

(Gabinete Prensa Ayto Torremolinos)  La capacidad de seducción al visitante acumulada por Torremolinos a lo largo de la historia -especialmente desde mediados del siglo XX- ha quedado acreditada a lo largo de décadas y figura en las crónicas del ‘boom’ turístico de la Costa del Sol. Más allá del binomio ‘sol y playas’, que sigue dando razón de ser a este destino, líder turístico de Andalucía, el Ayuntamiento de la localidad aborda sin complejos un ambicioso proyecto de diversificación de su oferta, multiplicación de sus atractivos para convertirlo en un destino multiexperiencial, innovador y moderno capaz de seguir compitiendo en los mercados con la fuerza que le otorga su propio nombre.

Y el arte se ha convertido en una de sus estrategias clave. En este caso el arte urbano, incorporado como instrumento para regenerar sus espacios más deteriorados, dotarlos de valor añadido y, a la vez, convertirlos en narradores de la historia contemporánea de la ciudad y de los íconos que contribuyeron al despegue de la industria turística en este antiguo lugar de pescadores.

El alcalde, José Ortiz, ha inaugurado esta mañana el nuevo mural de graffiti –realizado con pintura spray sobre fachada- dedicado a Frank Sinatra e inspirado en su estancia en el Hotel Pez Espada el verano de 1964 con motivo de la grabación de la película ‘El coronel Von Ryan’.

Gran formato

El mural, de gran formato y medidas de 4 metro de ancho por 8,5 metros de altura, ha sido realizado por los artistas Graffiti Media, Pablo Sánchez Herguedas y Sergio Jiménez Bermejo, en pleno corazón antiguo de La Carihuela.

La obra preside una de las paredes medianeras de una nueva promoción de tres viviendas por la constructora Pinus S.A, en la histórica calle Los Perros. El entorno aún conserva antiguas edificaciones sobre solares que se han ido segregando, y que colindan -en muchos casos- con terrenos sobre los que quedan paredes medianeras blancas sin posibilidad de abrir ventanas.

El mural rememora el episodio protagonizado por el actor y cantante norteamericano durante su estancia en Torremolinos, en agosto de 1964 y en plena dictadura franquista. Sinatra acudió a cenar a La Parrilla, el restaurante-barbacoa del Hotel Pez Espada -el primer hotel de lujo de la Costa del Sol- y a la salida un paparazzi intentó hacerle una fotografía junto a la actriz cubana Ondina Canibano.

El intento de montaje incomodó a Sinatra y el incidente acabó en una pelea a puñetazos que acabó con el actor en comisaría, donde maldijo a los agentes por tratarlo como un “criminal”. Al actor lo multaron con 25.000 pesetas de la época por desacato a la autoridad y lo llevaron directamente el aeropuerto tras lo que pronunció la mítica frase “Nunca volveré a este maldito país”.

Arte para la puesta en valor de la historia

El Ayuntamiento de Torremolinos pone así en valor, y a través del arte urbano, su historia contemporánea, la que la convirtió en la meca de artistas de Hollywood, estrellas del pop y del rock, poetisas, literatos o pintores. El mural de Frank Sinatra se suma al que ya preside desde meses atrás el epicentro comercial y peatonal de la ciudad, la plaza Costa del Sol, y dedicado a Brigitte Bardot –otro de los íconos que visitaron Torremolinos-, obra que lleva la firma del gallego Nesui.

Hacer de la historia un valor y atractivo no solo turístico, también artístico y cultural, que narre el papel determinante que ha jugado Torremolinos en el siglo XX, en el aperturismo social incluso durante la dictadura, su capacidad de atracción y tomando como referencia las figuras icónicas que han puesto sus pies en la localidad que es capital de la Costa del Sol.

Códigos QR para cada obra

Torremolinos da así un paso más y hace de sus espacios inertes edificios que hablan y cuentan su historia. El qué, el por qué y el cuándo. Todas las obras, esta es la segunda de una tanda inicial de cuatro, estarán dotados de códigos QR que facilitarán el acceso al conocimiento, lo que además se convierte en toda una innovación.

A los murales de Bardot y Sinatra se sumarán en los próximos meses los de Ava Gadner y el grupo Danza Invisible, historia viva de la ciudad y una de las bandas que formaron parte del entramado de la renombrada movida madrileña durante los años 80.

La localidad compite así por entrar por derecho propio, relato real, cosmopolitismo y modernidad entre las ciudades referencias mundiales del arte urbano. Entre ellas Melbourne, Los Ángeles, Río de Janeiro, Berlín o Barcelona. Como lienzo las fachadas de sus espacios urbanos, que adquieren un nuevo valor añadido no solo para el turista y visitante, también para el autóctono. La historia más cosmopolita de Torrremolinos se inmortaliza y recupera la memoria, puente entre el pasado y hacia el futuro más prometedor de Torremolinos.