Reconocidos expertos brasileños han difundido un comunicado de condena advirtiendo sobre un “genocidio en marcha” contra los pueblos indígenas no contactados.
La advertencia se produce a raíz del despido de Bruno Pereira, jefe del departamento gubernamental encargado de la protección de las tierras de los pueblos indígenas aislados.
Los expertos se muestran “extremadamente preocupados” porque Pereira ha sido despedido “sin motivos técnicos aparentes”, y su despido “representa un paso de retroceso en la política de proteger a los pueblos indígenas aislados”. Denuncian que el desmantelamiento provocará “el genocidio de los pueblos indígenas aislados y recientemente contactados”.
Entre los firmantes del comunicado hay coordinadores previos de la unidad de indígenas no contactados del departamento de asuntos indígenas del Gobierno (FUNAI), personas indígenas y “sertanistas” antiguos y actuales (trabajadores de campo que dirigen expediciones para monitorear los territorios de pueblos indígenas no contactados y mantener alejados a los invasores).
Piensan que el despido de Pereira es un preludio del desmantelamiento completo de la larga política gubernamental de proteger las tierras de los pueblos indígenas aislados para que puedan elegir cómo vivir; una política internacionalmente reconocida como la única forma de garantizar que las tribus no contactadas puedan sobrevivir y prosperar.
Brasil es el hogar de más pueblos indígenas no contactados que cualquier otro lugar de la Tierra. Las tribus no contactadas no mantienen contacto pacífico con la sociedad mayoritaria y dependen por completo de su tierra para sobrevivir.
El presidente Bolsonaro y sus ministros han puesto en marcha un agresivo ataque contra la población indígena de Brasil, y los pueblos indígenas no contactados están gravemente amenazados. Las invasiones de los territorios indígenas, incluidas las selvas de los yanomamis y los awás no contactados, se han disparado desde que Bolsonaro accedió al poder el 1 de enero de este año. |