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(Redacción: Isa Pérez Díaz/ Fotografías: Juan José Acedo Almodóvar) Revista Lugar de Encuentro ha sido testigo de excepción, en Torremolinos, de la primera gira acústica en la historia musical de Manolo García. Dos llenos consecutivos en el Auditorio Príncipe de Asturias. Es viernes por la noche y no son pocos los que han optado por evadirse de la rutina para sumergirse en un mundo de canciones que ya conocen, pero que nunca está de más repasar.
Casi tres horas de concierto donde Manolo se sintió como pez en el agua, bajando en más de una y de dos y de tres ocasiones del escenario, para mezclarse con el público, con su gente, con sus incondicionales, cantando entre ellos y ellas, saludando, besándose y recibiendo todo tipo de obsequios y en el que hubo tiempo también para reivindicaciones y consejos con respecto al cambio climático o a las protestas sociales.
Todas las canciones del repertorio estuvieron dotadas de un sonido inédito en los directos de Manolo, con una instrumentación única y llena de madera. Es imposible obviar las letras de Manolo García si se está hablando de su música. Esas letras que todo el mundo cantaba de memoria.